El verano de 1986
Fecha: 22/11/2024,
Categorías:
Primera Vez
Autor: vule69, Fuente: CuentoRelatos
... mujer más joven, de unos 25 años. Germán al verla se acercó dándole un apretado abrazo y tres besos. Uno en cada mejilla y el último en la boca.
En eso me llamó a gritos. Era un par de centímetros más baja que yo, trigueña, de pelo castaño claro con vetas color miel, largo y semi ondulado, atlética, de medidas 70-55-85. Sus piernas eran largas y bien delineadas y su culo era perfectamente redondo. Por detrás era ver una guitarra. Sus ojos de un color esmeralda, me mataron.
Germán: oye monín, te presento a Claudia. Girasol, este chiquillo se llama Javier. Viene de la capital y trabaja con nosotros desde principios de mes. Despierta hombre y ven a saludar.
Yo: -acercándome hasta estrechar su mano estirada y besarle la mejilla- mucho gusto señorita Claudia.
Claudia: jajja. Solo Claudia. Igualmente Javier.
Su: ya, ya, ya. A cambiarse. Luego tendrán tiempo para conocerse.
Sobre mi cama estaba estirado un traje de gabardina negro compuesto por pantalón, chaleco y chaqueta, una camisa de impecable blanco, un par de zapatos negros también muy elegantes y una humita y pañuelo, ambos color rojo italiano. Nunca había estado tan elegante, ni siquiera para el matrimonio de mi tía Carolina.
Germán estaba ataviado como yo. Claudia, en tanto, llevaba puesto un disfraz de sirvienta sexy. Debajo de él tenía unas pantaletas negras y un peto del mismo color. Calzaba sandalias con plataforma con los dedos expuestos. Las uñas de sus dedos eran iguales a las de la sra Su. Era ...
... la fotocopia de su madre, pero mejorada, pues definitivamente, si bien no era una barbie, era mucho más bella que ella, principalmente gracias a esos notables ojos.
La sra Su estaba despampanante. Vestía un ajustado vestido de lycra y lentejuelas color negro el cual apenas llegaba 10 cm por debajo de donde su culo empezaba. Sus zapatos eran de taco alto aguja de elegante charol negro.
Ya eran las 4 am. Los invitados habían, cenado, bebido, recibido regalos y bailado durante toda la jornada. Quedaban 4 pajeras dispersas en el salón y dos señoritas amigas de Claudia. En la mesa 1, la mujer dormía, totalmente borracha, mientras su acompañante miraba hacia las dos chicas como un perro a una carnicería. Las dos amigas, lo habían notado y cuchicheaban y reían por lo bajo. Ambas bastante tocadas por el alcohol también.
En la mesa 2 la pareja discutía acaloradamente, en cambio, en la última mesa, la pareja se besaba con pasión contenida. La mujer que discutía de pronto se paró de la mesa y se dirigió hacia el baño. Noté que Germán la siguió. Me olvidé de todo cuando vi que también entraba al baño la sra Su. Iba a ver qué pasaba cuando me detuvo Claudia.
Claudia: déjala. Quiere divertirse.
Yo: eso creo yo también. -ambos nos reímos
Claudia: ya no nos necesitan acá. Vamos a jugar unas mesas?
Yo: vamos.
Quedaban sobre el paño cinco bolas.
Yo: y tus amigas?
Claudia: se fueron a dormir. Mañana será un día largo. Jaja. Tranquilo. No para nosotros. A quién le ...