Mis aventuras en una app de citas (1)
Fecha: 25/11/2024,
Categorías:
Confesiones
Autor: LoganK, Fuente: CuentoRelatos
... amplia, morena. Cada vez que hacia algo allí, morder, besar, lamer, chupar, sentía como ella se estremece y mas me apretaba la cabeza entre sus piernas. Me jala sobre ella, me acomode entre sus piernas y me decía al oído, Métemela Ya, clávame.
Sentí enloquecerme del placer, sentí que no me podría controlar, estaba tan ansioso que no duraría nada, que pena. Solo pensaba en eso, en no quedar mal, en hacerla vibrar. Me toco parar, sentí que me vine unas góticas, me ardía la ingle de tanto hacer fuerza. Me tumbé en la cama, cuando la sentí sobre mí, estaba caliente, sentía su piel hervir, sudorosa, sin pedírselo ni guiarla, me tomo y empezó a masturbarme suavemente, me hacia con uno de sus dedos una caricia circular en la cabeza, uff espectacular y claro la mamada, lo único que puedo decir es que su boca parecía su vagina, la sensación es la misma. Me sentía como un caballo desbocado, enloquecido completamente, hacia mucho rato, muchos años no tenía una faena de esa intensidad.
Sin medirse, ella se subió sobre mi, hizo lo que le vino en gana, la sentía como se estremecía, se vino la primera vez, gritaba, que rico, espérame y seguía ahí, ya no sabia como aguantarme me le dije, espérame me voy a venir y me dijo entre sollozos, espérame! por favor te lo pido, luego tembló y se agarro de mis vellos del pecho casi que llorando me decía, que ...
... delicia, que rico no puedo más, se bajó y aproveche nuevamente sobre ella buscando como venirme, cuando ya estuve listo lo saque para venirme sobre su vientre, me pregunto por que lo sacaste? Me tomo entre sus manos pajeo como y me vine ahí en su mano, ella no paraba de decirme, que rico, que delicia, ven, ven.
Nos quedamos uno ahí al lado del otro, agotados, sin hablar de un momento a otro, miro el reloj, me dijo tengo que irme, ya es hora, le pedí me dejara llevarla, se negó, le pedí un transporte y estuve pendiente de su llegada a casa y pasamos nuevamente parte de la noche, chateando e intercambiando la vivencia de nuestro encuentro, claro para incrementar aun mas el placer de volver a vernos.
Repetimos esa faena, las siguientes tardes de los sábados durante unos 2 meses, cada vez más fuerte más pasional, más intenso. Ya era una cita calcada, nos encontrábamos almorzábamos y a la cama, se alistaba un transporte y hasta el próximo sábado.
De un momento a otro, no pudimos encontrarnos, algún evento se presento para que ella no pudiera salir a nuestro encuentro, simplemente no pregunte, no me esforcé en indagar que pasaba.
Bajamos la intensidad de la comunicación y el contacto se fue diluyendo ahí poco a poco, nos abandonamos simplemente sin saber que fue lo que paso. Entendí que no debía insistir ni buscarla, ni presionarla.