Embestido en San Fermín - Relatos Eróticos

Embestido en San Fermín

... trasero.

Agustín que así se llama el maduro ya tiene su lengua hurgando por toda mi boca mientras me abre las nalgas y su marido Hugo pasa su lengua por la raja de mi culo jugueteando en mí hoyuelo, me siento en la gloria mientras uno me come la boca el otro lubrica mi ano, ahora mi verga también se encuentra completamente levantada luciendo sus dieciséis centímetros.

Agustín se coloca boca arriba con la cabeza a los pies de la cama haciéndome colocarme a mí en postura de 69 dejando mi culo en pompa para que Hugo comience a hurgar más profundamente en mi ano.

Me empiezo a dar un empacho de verga comiéndome este pollón entero con sus dos grandes pelotas mientras ya siento la presión de esa verga querer traspasar los umbrales de mi esfínter, los jadeos en la habitación resuenan, y en pocos segundos siento como las pelotas de Hugo golpean contra las mías cada vez que hace fondo que mis entrañas mientras empiezo a atragantarme en cada empujón con la tranca más gorda.

Agustín se da la vuelta colocándose abierto de nalgas boca abajo y pidiéndome que le coma el culo, empiezo a lo largo de su raja hasta encontrar su agujero negro que empieza a hurgar con mi lengua abriendo ambas galgas con mis manos para comprobar que este agujero se dilata con suma facilidad

Hugo me pide que me tumbe en la cama de costado mientras Agustín en esa misma postura cogiendo una de mis piernas me penetra prácticamente sin ninguna dificultad sintiendo el mayor ...

... grosor de esta polla como ha distendido completamente mi esfínter, su marido hace lo propio y penetra de un solo golpe empezando un movimiento por parte de Agustín para ser follado y follarme en sus movimientos de alante atrás.

Estoy en la máxima dos tíos gays y yo disfrutando de un buen sexo, Hugo ahora se pone de rodillas y embiste con bastante más fuerza el culo de su macho al punto de que a los pocos minutos anuncia su eminente corrida momento en el que Agustín sale dentro de mí para recibir junto a mí la lechada caliente .

Varios lechazos caen sobre la cara de Agustín y mía para luego primero penetrar mi boca y soltar otra buena andanada y luego la de su marido, terminando los tres por pasarnos la lengua unos a otros y recoger los restos de leche fundiéndome con ambos en profundos besos con lengua.

Hugo es colocado a cuatro patas y yo puedo ser espectador de cómo se la clava hasta los mismísimos huevos y empieza a follárselo con fuerza durante cinco minutos aproximadamente los embistes son brutales, yo observo la cena a escasos centímetros hasta el momento en que sale de sus entrañas se quita el condón y empieza a regar con su leche todas a raja para luego meterla en la boca y hacerme tragar una buena cantidad de leche mientras él culmina pasando la lengua por todo el reguero de leche que ha dejado por la raja de su marido para compartir en un beso con este.

Los siguientes días no parece que nos aburramos cada vez que estemos en el hotel.