1. La curiosidad de Chat Noir (IV)


    Fecha: 23/12/2024, Categorías: Humorísticos Autor: Alfa054, Fuente: CuentoRelatos

    Alya y Chat Noir se encuentran solos en la alcoba de la muchacha, y una mirada de complicidad en los dos, da a entender que van a pasar una noche muy interesante.
    
    Capítulo IV
    
    Chat Noir quedó impresionado en el acto, sintiendo cómo su corazón palpitaba desenfrenado, incapaz de creer lo que estaba pasando. Pero conforme fue sintiendo el beso de Alya, disfrutando el tacto de sus labios, fue relajándose poco a poco, empezando a disfrutar el beso y siguiendo las intenciones de la muchacha.
    
    Fueron algunos minutos en que los dos, con los ojos cerrados, estuvieron deleitándose con los labios del otro. Lentamente y sin dejar de besarse, sus cuerpos se reclinaron hacia la cama, hasta quedar acostados del todo mientras sus labios permanecían enlazados en una danza que ambos disfrutaban, con sus mentes completamente en blanco, entregados a la sensación de esa muestra de afecto.
    
    Impulsado por la emoción, Chat Noir abrazó a la joven y comenzó a mover sus manos, acariciando sus costados y espalda. Alya se percató al instante y le correspondió del mismo modo, envolviendo al chico gato con sus brazos y atrayéndolo hacia sí con fuerza; ambos en silencio, sin despegarse del beso.
    
    Sus corazones latían intensamente; la respiración de ambos iba acelerando poco a poco, mientras los dos sentían cómo subía la temperatura de la habitación. Iban perdiendo la pena, atreviéndose a tocar piernas, muslos y gluteos del otro sin apenas pudor ni reparo.
    
    Fue entonces que Alya, con ...
    ... desesperación, buscó la forma de despojar a Chat Noir de su traje de superhéroe. Recorría con frenesí el cuerpo del muchacho, esperando hallar un botón, cremallera o cualquier pliegue de tela que le permitiera revelar la piel desnuda de su amante. El muchacho estaba perdido en la sensación de placer y no se había percatado de lo que hacía Alya. Para él, todo el mundo en ese momento se reducía a lo bien que se sentía estar con su compañera de clase, a solas en su alcoba.
    
    Alya, sudorosa y con los labios brillando por el besuqueo, se separó un instante de Chat Noir sin dejar de acariciarlo. - Aah... ¿dónde está la cremallera de este traje, gatito? Aah... me está empezando a estorbar para lo que quiero hacer -. Chat Noir, con la frente aperlada de sudor y jadeando levemente, miró a su compañera a los ojos mientras sus manos acariciaban sus costados. - No hay cremallera, mademoiselle. Pero puedo... hacer esto -. Acto seguido, el chico cerró sus ojos y, en medio de un destello verde que lo recorrió del cuello a los pies, quedó desnudo en el acto (a excepción de su antifaz y sus orejas de gato), ante la mirada sorprendida y notablemente excitada de Alya.
    
    Frente a la muchacha, se reveló una viril anatomía adolescente. De complexión liviana; atlético, mas no musculoso ni marcado; sin un solo vello en pecho; no se le notaba apenas grasa en el abdomen; espalda ancha y, la cereza del pastel, su miembro de unos buenos 18 centímetros de envergadura; de grosor envidiable; rodeado de una pequeña ...
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