1. La curiosidad de Chat Noir (IV)


    Fecha: 23/12/2024, Categorías: Humorísticos Autor: Alfa054, Fuente: CuentoRelatos

    ... grueso miembro era empapado por los fluidos de la muchacha.
    
    - “No puedo creerlo, Alya está a punto de...” - alcanzó a pasar la oración por su mente, justo cuando la joven decidió sentarse sobre él, devorando hasta el último centímetro del pene de Chat Noir, resbalando con facilidad a través de su humectada y cálida intimidad. Ambos cerraron los ojos y gimieron quedamente ante la sensación que les daba la penetración. Fue entonces que Alya comenzó a mover sus caderas para disfrute propio, ante los gestos de placer de Chat Noir.
    
    El muchacho estaba perdido en un éxtasis de placer. Sentía en cada centímetro de su miembro la estimulación del sexo de Alya y cómo lo empapaba con sus fluidos en cada vaivén de caderas. Dirigió sus manos a la cintura de la joven para sujetarla, mientras que ella plantaba las suyas sobre el torso desnudo de Chat Noir, cerrando los ojos con fuerza y gimiendo en voz baja.
    
    - Ahh... mademoiselle, ahh... eres tan... ahh... ardiente - le susurraba el muchacho a su amante, viéndola a los ojos mientras sus pechos se balanceaban adelante y atrás con cada nueva embestida. Alya estaba concentrada únicamente en las sensaciones que provenían de su intimidad, con los ojos cerrados a la vez que apretaba los músculos de la pelvis, como queriendo exprimir el miembro de su amante. Esto no pasó desapercibido para el muchacho, que cerró los ojos ante la sensación y arqueó un poco la espalda, haciendo un poco más profunda la penetración. Ambos gimieron a la par y ...
    ... se rodearon mutuamente en un abrazo, mientras Chat Noir, espoleado por la excitación, comenzó a mover sus caderas para controlar la penetración; acción que Alya le agradeció, besándolo con deseo en los labios.
    
    - Mmm… eres un gatito muy malo, mon petite, mmm… - jadeaba en voz baja la muchacha al oído de Chat Noir, a la vez que aprovechaba para lamer su oreja y darle ligeros mordiscos, completamente entregada al placer que le daba el miembro del muchacho en su intimidad. Sentía cómo la llenaba en su totalidad; cómo los pliegues de su sexo se abrían sin oponer resistencia ante el ariete de Chat Noir; cómo emanaba fluidos sin cesar y cómo con cada sentón, una nueva corriente eléctrica le recorría el cuerpo por todos lados, partiendo de su sexo y alcanzando hasta la punta de sus dedos.
    
    - “Uff, no puedo creerlo. Me estoy tirando a Chat Noir en mi propia cama. Ahh, no entiendo por qué Ladybug desperdicia tremendo paquete que se carga este gatito malo. Mmm” - pensaba Alya para sus adentros mientras besaba de lengua al muchacho, siendo correspondida por éste con la misma pasión y deseo. - “Ahh, si yo fuera Ladybug, así acabaríamos cada día luego de combatir el mal, ahh, follando donde fuera, mmm… sólo para sentir esto todos los días, ahh, ¡ahh!” – seguía diciendo la muchacha para sí misma, a la vez que abrazaba a su felino amante.
    
    Chat Noir, habiendo perdido la pena y los escrúpulos, sujetó a la joven de sus posaderas ante la mirada asombrada y llena de morbo de ella y la giró ...
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