1. Mi tía se deja manosear a escondidas


    Fecha: 28/12/2024, Categorías: Confesiones Autor: rafael44, Fuente: CuentoRelatos

    Que pensarían ustedes si os contase lo que me sucedió una vez en la casa de mis abuelos, todo ocurrió unas navidades hace unos tres años más o menos.
    
    Resulta que todos los años nos solemos juntar mi familia y las familias de mis otros primos y primas en la casa del pueblo a unos ochenta y seis kilómetros de mi ciudad.
    
    Como cada año nos vamos allí para celebrar las fiestas de Navidad y Año Nuevo entrante, la verdad es que ese año no me pude quejar de quién se sentó a mi lado en la mesa para la cena; una tía mía que la verdad si os cuento os vais a quedar con la boca abierta de lo bien que lo pasé estando a su lado.
    
    Todos y todas estábamos arrimados en nuestras sillas para la cena, cuando de pronto sentí algo que me acariciaba la pierna debajo de la mesa, sin apartarme del borde de la mesa pude ver que la mano derecha de mi tía me acariciaba muy despacio la pierna hasta llegar a mi entrepierna; ya os podéis imaginar a que me refiero, me comenzó a tocar mi paquete por encima del pantalón hasta conseguir que aquello se me fuese poniendo bien duro.
    
    Yo con disimulo bajé también mi mano izquierda y comencé a tocar y acariciar su pierna hasta conseguir subir su vestido hasta la cintura y así poder tocar también su braga, yo con mucho cuidado me desabroché el botón y bajé la cremallera del pantalón hasta dejar libre mi abultado paquete que ya sobresalía por encima del calzoncillo para que así mi tía pudiera masturbarme con más soltura y yo con mi mano por debajo de su ...
    ... ropa interior hacerla lo mismo a ella, juguetear con mis dedos dentro de su coñito y sobar bien sus labios húmedos que mojaban mis dedos con solamente tocar su entrepierna.
    
    Al mismo tiempo que jugueteaba con su coño podía ver su cara de placer con disimulo hacia los otros comensales que rodeaban la mesa de Navidad, su mano me pajeaba con tanta tranquilidad que mi polla cada vez estaba más y más dura, lo que yo tenía miedo era de correrme y que salpicada por encima de la mesa y pidiera llegar a caer en algún plato, gracias a Dios eso no pasó porque cuando ya estaba a punto de correrme bajé mi mano y apunté hacia abajo presionando su mano también para que no ocurriera ninguna fechoría que pudiera salirse del plano sexual.
    
    Pasadas dos horas y ya habiendo terminado todos de cenar nos fuimos a otro salón que allí había cerca de donde habíamos cenado para sentarnos junto a una chimenea y poder cantar villancicos de Navidad y así contarnos todas las historietas de navidades pasadas.
    
    Estando yo sentado en un sillón no podía divisar bien donde se había sentado mi tía que tanto cariño la tenía y que tanto añoraba de siempre, me levanté y fui a buscarla por toda la casa hasta que di con ella, se había metido en el baño para poder darse una ducha y que así nadie la pudiera molestar.
    
    Me acerqué a una ventana que había fuera de la casa de mis abuelos y justamente por la parte del corral allí la pude ver cómo se duchaba y la caía el agua por sus pechos hasta llegar a su peludito ...
«12»