1. MI ESPOSA BIEN LO MERECE (5ª PARTE)


    Fecha: 31/12/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Una vez concluidas las citas para conocerse se intensificaron los contactos a través del teléfono. Hablaban sobre todo por las tardes y hasta que el sueño vencía. Marta, aparentemente discreta en los inicios, tomaba parte en esta segunda fase. Aparte de conversar para ir cogiendo confianza se le escapaban sonrisillas de colegiala con los piropos y roneos de sus candidatos.
    
    Una mañana de esa semana siguiente me sorprendió con la petición de que Sergio le había hablado de verse en un local céntrico, discreto y entre semana con el (puritano) fin de tomar algo entre un ambiente distendido y libre de compromisos. No me pareció mala idea, de hecho, yo andaba detrás de que probara un poco algo de polla. Era la única forma de que aplacase sus ganas. Por ello, y con toda la intención, le expuse la idea de que acudiese ella sola a la cita, total, ya nos conocíamos y se trataba de algo (aparentemente) informal y en público. Yo, obviamente, hablaba con Sergio por detrás y le informé que haría todo lo posible por ausentarme para dejarle camino libre. Se mostró encantado con la idea. Pero antes tocaba convencer a Marta de que fuese sola:
    
    - ¿Así que jueves dices cariño? Sabes que ese día salgo tarde. Entrego los informes con Daniel en el despacho del jefe.
    
    - Ya, pero he pensado que al tratarse de una copa con Sergio podrías salir un poco antes e ir los dos.
    
    -Déjame comentarlo, pero haz una cosa. Para no complicarnos acércate tu y queda con Sergio, es una copa en un lugar ...
    ... tranquilo. No voy a mostrarme celoso.
    
    -Ya cariño, pero me hacia ilusión que fuésemos los dos. De todos modos, prométeme que vendrás aunque sea más tarde, ¿sí?
    
    - Claro, y tu también prométeme que te lo pasaras bien, yo me procuraré ir en cuanto acabe... Dile a Sergio que lo hacemos así, tu vas y luego más tarde, si puedo, me reúno con vosotros.
    
    La malla estaba tendida. Puse al corriente a Sergio de la idea lo que, por supuesto, le pareció perfecto. Luego me confirmó que ella así se lo explicó. Era martes y tocaba esperar. Sergio me explicó que aquel local estaba dividido en un par de ambientes. Los típicos taburetes de barra, sillones en la sala y una especie de altillo en el que se extendían más sillones cuyo espacio era más oscuro, dedicado a una mayor intimidad. Sergio me ofreció la posibilidad de que yo me colocase arriba y pudiera observar con una visión perfecta el desarrollo de la cita, algo que no dudé en aceptar.
    
    El jueves, sobre las 19 h, yo salía de la oficina dirección al local. Me ubicaría y esperaría a que Marta y Sergio se encontrasen como una hora más tarde, sobre las 20 h. Allí estaba yo, arriba, con una visión perfecta, cuando Sergio hizo su entrada. Miró por encima y debió ver mi sombra. Se alejó de la barra y se sentó en unas butacas con forma de rinconera. La luz del local no era muy fuerte, más bien anodina, pero perfecta para poder ver sin ser visto.
    
    Marta llegó apenas 15 minutos después. Llevaba una blusa fina, algo escotada sin llegar a ...
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