Mi vida como puta (experiencia con una colega)
Fecha: 31/12/2024,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Martina Pearson, Fuente: CuentoRelatos
Estaba una tarde revisando una de las tantas redes sociales que tuve para ejercer mi oficio cuando me llegó un mensaje de una mujer. Éramos colegas por lo tanto contesté rápidamente y entramos en conversación. Preguntas van, preguntas vienen quedamos en que un día podía visitarla en su casa y hacer unas fotos ya que ella contaba con una buena cámara.
A ella voy a referirme con un nombre ficticio, por supuesto.
Carla tenía veintitantos, era morocha con rasgos árabes, en particular sus ojos y su voz eran llamativos. Tenía la voz gruesa y penetrante, labios grandes y unos dientes blancos que resaltaban por su color de piel.
Media alrededor de 1,70. Espalda ancha y cuerpo entrenado, no del tipo de cuerpo que porta una modelo, sino del que porta una mujer que entrena la fuerza por sobre las demás capacidades físicas.
Quedamos en que pasaba por su casa una tarde luego de verme con un cliente. Llegue al departamento vistiendo un pantalón blanco ajustado, botas taco aguja negras, una blusa beige con detalles en rosa y mi cartera en la que traía, entre otras cosas, lencería para la ocasión.
Nos saludamos y noté que la conexión había sido instantánea, Carla era muy simpática y con su sonrisa amplia hacía sentir bien rápidamente a cualquier persona. Le pregunté si quería que compremos algo para tomar así que deje mi cartera y salimos al mercado más cercano.
Compramos unas botellas de vino y algo para picar y volvimos al departamento.
Al llegar me quite los zapatos ...
... rápidamente, abrimos el vino y empezamos a charlar. Parecíamos amigas de toda la vida, Carla me hacía morir de risa, era muy espontánea y poseía un sentido del humor muy afín al mío.
Después de un par de horas, ya un poco alegres y sueltas por el vino le propongo que comencemos con las fotos antes que se vaya la luz natural.
Comienzo a desvestirme ahí mismo en el comedor y a ponerme unas medias bucaneras negras, portaligas al tono y un top de encaje también negro. Le pregunto qué cámara tiene y me cuenta (ya no recuerdo cuál era), la busca y me dice que no la encuentra. A mi me parecía extraño, ya que había sido ella la de la idea de las fotos, me propone sacarlas con su celular y aunque me desanimó un poco, la buena onda de ella y el efecto del vino y habían hecho que no le diera tanta importancia a este detalle.
Sacamos un montón de fotos, ella a mí, yo a ella, las dos juntas, se nos fue la tarde y nos agarró la noche aun jugando con la ropa, las fotos y vídeos. En un momento me siento en el sillón a descansar un poco mientras ella estaba en el baño. Yo estaba con una tanga negra y sin nada arriba revisando mi celular entretenida hasta que Carla salió del baño y se sentó también en el sillón. Nos reíamos porque habíamos tomado bastante y bromeábamos al respecto hasta que en un momento nos quedamos en silencio mirándonos y ella se tiró encima de mí y empezó a chuparme las tetas. Yo quedé algo confundida y por un momento pensé en cortar la situación, pero acto seguido ...