Mi primera vez en un club swinger - Relatos Eróticos

Mi primera vez en un club swinger

Entré al club con mi novio, quien ya había participado varias veces en esto de los "intercambios de pareja y sexo liberal". Sentía que todo el mundo me veía, pues era la única que no estaba desnuda; mientras que a mi alrededor se paseaban mujeres con sus senos exhibidos plenamente y hombres con sus penes al aire libremente, yo usaba un vestido rosa pálido.

Pero el club tenía varios escenarios: una piscina, dos jacuzzis, un salón de sadomasoquismo, una sala de juegos, una discoteca, varios bares y estaba rodeado por habitaciones con vidrios transparentes en donde se podía ver claramente cómo otros se divertían.

Comenzamos a caminar a través de los pasillos para entender cómo funcionaba toda esta locura. Las habitaciones tenían distintas temáticas y colores, dildos de todos los tamaños, vibradores, estimuladores anales, sillas colgantes y entre muchas otras cosas inimaginables para disfrutar de un buen sexo.

- A mi me encantaría estar en una habitación de esas y que todo el mundo me vea! Le digo a mi novio.

Me excita saber que me están viendo divertirme y jugando con mi vagina y que no pueden tocarme ni disfrutar conmigo, solo verme. Sería inalcanzable y eso, me excita al máximo...

Mi novio está obsesionado con hacer que haga squirt innumerables veces. Le encanta meter su mano bien profundo en mi vagina y sentir como me voy mojando poco a poco. Su satisfacción es simplemente llenarse de mis fluidos una y otra vez.

Íbamos caminando por uno de los pasillos ...

... mientras vemos a una pareja cogiendo... La mujer estaba con las piernas abiertas en una silla colgante mientras se introducía poco a poco un dildo de unas 10" y su compañero solamente la veía. En silencio. Disfrutando.

- Vamos a verlos!

Le digo a mi novio, y enseguida nos paramos en la ventana transparente. Tenían la puerta cerrada, eso significaba que solo podíamos ver y no entrar. Así que comencé a estimular mis pezones poco a poco por encima de mi vestido mientras disfrutaba la cara de placer de esa mujer, rubia, unos 50 años, buen cuerpo y unas tetas espectaculares.

Ellos nos veían, y sabían que los estábamos viendo. En ese momento mi novio me agarró y me recostó de la ventana transparente y comenzó a masturbarme.

- Te gusta así? Quieres que te haga venir rico?

- Siii! Si quiero! -Le digo.

El siguió estimulándome el clítoris mientras que introducía sus otros dos dedos en mi vagina y sentía cómo mis fluidos corrían entre sus dedos. Me vine inmediatamente porque sabía que me estaban viendo y eso me excitaba demasiado, solo necesitaba liberar mis deseos. Entonces, en ese momento, se acercó un hombre y se me quedó viendo embelesado. No dejaba de mirarme y se acercó. Le preguntó a mi novio si podía tocarme, yo asentí y comenzó a sentir mis pezones suavemente.

Se me acercó al oído y me dijo que tenía unos senos hermosos y me pidió permiso para lamerlos. Yo accedí.

Enseguida se colocó a la altura de mis senos y comenzó a lamerlos y mojarlos con saliva mientras ...