Una Tarde para Recordar
Fecha: 29/10/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... estaba lleno de pósters de conjuntos musicales y de chicos sin camisa. En una silla se encontraba, ya preparado, su precioso y sexy uniforme de satín rojo-azul para ayudar a animar al equipo del colegio que jugaría a la mañana siguiente. Después de acariciarlo por un rato y como soy medio fetichista, abrí algunos de sus cajones hasta encontrar sus ropas íntimas y al ver un par de sostenes super sexy, rosados y hasta con diseños, recordé como a través de su uniforme se percibían esos magníficos pechos que resaltaban grandes y duros bajo la tela sedosa de su equipo de cheerleader. Comencé nuevamente a acariciar estas prendas sin siquiera pensar en corrérmela y ensuciar su precioso cuartito.
No quiero dar la impresión de degenerado pero vivo en una ciudad pequeña en el interior del país y apenas si hay oportunidades de compartir e intimar con buenas hembras. Ya estaba por irme cuando decidí llevarme de recuerdo uno de sus preciosos calzoncitos y enterré la mano en el fondo del cajón para así tomar alguno de los de mas abajo que Paola no fuera después a extrañar. Para mi sorpresa me topé con un objeto duro que resultó ser una cinta de video sin rótulo salvo una etiqueta blanca marcada a mano con xxx. Decidí entonces llevármela por pura curiosidad.
Ya de camino de regreso a mi casa comenzé a fantasear que fuera un video privado de Paola o de alguna de sus amigas, danzando tal vez hasta en cueros, pero, ya en mi pieza, al ver las primeras escenas la erección se me desplomó y ...
... quedé helado. La cinta correspondía a una cámara escondida que Paola aparentemente había instalado en el cuartito donde nos aseábamos los chavalos después de trabajar en la yarda. Al parecer la chava nos había estado filmando ya por algún tiempo porque incluso había un video mío que tendría al menos dos años. Como los jardines de los Enrilos son enormes y a veces trabajábamos entre dos, en ese pedazo de la cinta aparecía yo con otro chavo del colegio javonándonos desnudos bajo una de las regaderas mientras conversábamos sobre el basketball de la temporada. Había cerca de 5 horas de grabación y mas de 15 muchachos en la cinta. Yo mismo aparecía varias veces en ella, en una incluso solo en el cuarto y liberándome de una tremenda erección. A pesar que me vino un enojo enorme hacia Paola por filmarnos a escondidas y en momentos bien privados, continué mirando la cinta sólo para ver si yo era el único degenerado que se corría en las duchas. Comprobé que cuando se trabajaba entre dos, todos hablaban de chicas o deportes pero cuando se creían solos, a veces también aparecían corriéndosela e incluso haciendo tremendas locuras.
Así, por ejemplo, el magnifico Pit, capitán del equipo, aparecía gateando por el cuartito, desnudo y todo jabonoso, dándose palmadas en el trasero y refregándose su cagado instrumento con cuanto pinche objeto había en el suelo. Yo no lo estoy criticando, sólo lo pongo como ejemplo de lo que un chavalo es capaz de hacer cuando se cree solo. Ya casi al final ...