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Mi cuerpo... su postre favorito
Fecha: 02/01/2025, Categorías: Fetichismo Autor: Tania93, Fuente: CuentoRelatos
... pedicure y spa cada 15 días, obviamente yo me deje consentir y asistía encantada. Se sentía increíble el tratamiento recibido y siempre aplicaban un aroma diferente en cada sesión. Por lo general aromas dulces, frutales, era increíble y debo admitir que mezclados con el ligero aroma de mis pies después de caminar un rato incluso a mi comenzó a gustarme el aroma que quedaba al final. Obviamente Manuel se volvía loco con mis pies después de cada sesión. Hablaba como si de un adicto se tratara. Nunca había visto a nadie disfrutar con el aroma de mis pies como él lo hacía y eso me excitaba, ahí es donde me di cuenta que yo podía disfrutar también con el fetiche de mi novio, pero él me llevó más allá... En cierta ocasión el tomo mis calcetines y los acercó a mi cara, me pidió cerrar los ojos e inhalar mi propio aroma, yo ya había tenido curiosidad por el olor de mis pies después de los tratamientos pero nunca me había animado a oler directamente mis calcetines. Obedecí y deje que los acercara a mi cara mientras trataba de concentrarme con los ojos cerrados. Me sorprendí al comenzar a oler ya que sentí un escalofrío recorrer mi columna y como mi piel se enchinaba. Me gustaba el aroma, me excitaba y no sabía por qué. De repente Manuel comenzó a tocarme y se percató que mi entrepierna estaba húmeda, solamente sonrió y me dijo, - sabía que esto iba a gustarte como a mi. Me pidió que me imaginara que no eran mis calcetines, si no que eran los pies de otra mujer ...
... lo que tenía frente a mi. Instintivamente abrí la boca y saqué la lengua para poder captar un poco el sabor mientras Manuel comenzaba a masturbarme con movimientos cada vez más rápidos. Yo estaba excitaba como nunca antes y de un momento a otro explote en un orgasmo largo e increíble. Manuel aprovecho para meterse entre mis piernas y comenzar a succionar hasta la última gota. Después me dejó descansar y me pidió que me recostara en la mesa del comedor, yo obedecí y me recosté boca arriba y me coloque nuevamente la venda en los ojos. Inmediatamente sentí como el comenzó a untar algo frío y pegajoso sobre mi piel desnuda. Por el aroma me di cuenta que era mermelada, miel, chocolate y varias cosas más como si de un postre se tratara. Me percate que dedico más tiempo a mis pies que a otra parte de mi cuerpo y una vez que terminó escuche que tomó un par de fotografías. Me quito la venda y solo pide levantar un poco la cabeza para darme cuenta que me había convertido en un postre humano y sin mediar palabra conmigo comenzó a disfrutar de todo lo que había colocado sobre mi cuerpo. Yo sentía como mi entrepierna comenzaba a humedecerse nuevamente mientras Manuel la mía mi cuerpo de arriba a abajo. Cuando dejó prácticamente limpio casa rincón me percate que mis pies aún tenían dulce en ellos pero no pregunté nada. Manuel se colocó un poco de chocolate en la verga y la acercó a mi boca, y gustosamente le di una mamada como nunca antes lo había hecho, pero no ...