En la sauna con un maduro
Fecha: 10/01/2025,
Categorías:
Gays
Autor: Luis8790, Fuente: CuentoRelatos
Este es mi tercer relato y mi primera experiencia gay con un hombre 40 años mayor que yo.
Soy de la Ciudad de México, está historia transcurre en una sauna ubicada en San Ángel un martes en la mañana. Les describiré un poco el lugar, en el primer piso está la recepción varios locales como una barbería y una cafetería, y en el segundo piso hay un enorme pasillo con habitaciones para guardar tus pertenencias y desnudarte un poco más en privado, al final del pasillo está la sauna donde hombres salen completamente desnudos al baño y a sus respectivas habitaciones a cambiarse, dentro de la sauna están las regaderas, espejos y bancas, seguido de dos habitaciones, la sauna seca y húmeda, un martes en la mañana, eras las 9 aproximadamente, acudí a ese lugar para córtame el cabello en la barbería, una vez finalizado el corte, decidí tomar una ducha en las regaderas que había en la sauna.
Al dirigirme a la recepción para pagar mi entrada, llego un hombre mayor, yo le calculaba 50 años mayor que yo, la verdad no le tome importancia ya que en ese momento no planeaba hacer nada, al subir al segundo piso, me asígnanos mi habitación, me dieron mi toalla y un shampoo, me desnude y puse la toalla alrededor de mi cintura y me dirigí a la sauna, en ese momento solo iba a tomar una ducha e irme, pero al ver que no había nada de gente pensé "ya estoy aquí, me voy a relajar" y me dirigí al cuarto de vapor seco.
Atrás de mi iba ese hombre que me encontré en la entrada, se sentó enfrente ...
... de mi del otro lado de la habitación y nos sonreímos de manera cortés, como saludándonos por encontrarnos dos veces, al pasar el rato y estar lleno de sudor, decidí salir de esa habitación para bajar un poco la temperatura y mojarme un poco para quitarme todo el sudor del cuerpo, este hombre salió detrás de mí y tomó la regadera que estaba a un lado de la mía, ambos nos quitamos la toalla y quedamos completamente desnudos, al cruzar miradas nos volvimos a sonreír cortésmente y yo regresé al cuarto de vapor seco.
Esta vez tardo un poco en entrar, pero cuando volvió a entrenar se dirigió hacia mi y se sentó a mi lado, yo no pude evitar ver su miembro, que aunque no era muy grande, llamó mi atención, cerré los ojos para relajarme un poco pero en mi cabeza seguía la imagen de ese miembro flácido, un poco arrugado, con manchas por la edad y con canas alrededor de el, empecé a sentir una pequeña ereccion, por lo que intente pensar en otras cosas, se me hizo muy extraño que me estuviera excitando, ya que no me gustan los hombres, eso pensé.
Como no podía ocultar mi semi-ereccion, trate de poner mis manos sobre mi pene cubriendo un poco y cruzando mi pierna, sabía que si seguía estando a su lado y con su pene invadiendo mi cabeza terminaría con una ereccion imposible de ocultar, así que decidí salir otra vez para tranquilizarme, al estar de espaldas de la habitación y de frente a los espejos, pude notar cómo salió detrás de mi nuevamente, pero esta vez al no tener la toalla ...