Mi historia con una mujer maltratada (6)
Fecha: 12/01/2025,
Categorías:
Hetero
Autor: Tmy456, Fuente: CuentoRelatos
... no aguanté más y me quise venir. Le pedí que abandonáramos esa postura y adoptemos otra diferente. Me saqué el forro y le pedí que se acostara boca arriba. Obedeció. Me puse encima de ella con mi pene a la altura de su cintura y me empecé a masturbar, buscando la excitación máxima. Ella se empezó a tocar los pechos y comenzó a meter sus dedos en su gelatinosa raja. No podía con esa escena, entonces tres chorros de semen le cubrieron el vientre y los senos. Caí rendido a un costado de la cama.
—Lo hiciste... genial.
—¿En serio?
—Sí, amor. Mi dulce semental.
—...
—...
—Che, ¿sabés quién no eyaculó?
—A ver, ¿quién? decime.
—Vos.
Me acosté boca arriba y ella literalmente se sentó en mi cara. Las gotas de semen que quedaban en su abdomen caían sobre mi pera. Metía mi lengua hasta el fondo. Con una mano, se acariciaba el clítoris y con la restante se tocaba los senos. Gritaba y gemía de gusto por el espectáculo que mi lengua le estaba dando a sus partes. "¡¡Hacés maravillas con esa lengua!!", gritó excitada. Luego de 30 largos minutos, me avisó de que iba a llegar, quiso apartarse, pero le dije que no lo hiciera. Quería que se venga en mi hocico. "¿Seguro?", me preguntó. "Sí", respondí. Hice presión con mis manos hacia abajo, agarrando sus muslos. Entonces comenzó a gemir ...
... descontroladamente, perdió el dominio sobre sí misma y eyaculó, luego de unos segundos cayó encima de mí agotada. Me dio mucha excitación tener sus jugos en mi boca. Fui a lavarme y volví. Se había dormido, o eso aparentaba. Me acosté a su lado y dije en voz baja: "Te voy a cuidar siempre, nunca te voy a dejar ir". Y pasé mi mano sobre su cintura. "Te quiero", susurró. "No estabas dormida", dije desconcertado. "No, me quedé despierta con los ojos cerrados para ver qué hacías", aclaró. "¿Qué pensaste que iba a hacer?", pregunté. "No sé", respondió. "¿Entonces?", repregunté.
—Jamás en mi vida buscaría hacerte daño y si lo hice en algún momento, te pido perdón sinceramente, le aclaré.
—Lo sé, tranquilo.
—Te amo con toda mi alma. Sos la mujer que me hizo entrar en la vida adulta, con la cual tuve mi primera relación sexual, con la cual ahora vivo, con la cual entendí, junto a ella, lo que era el amor de verdad, quiero que seas lo más feliz posible, ¿entendés todo lo que te estoy diciendo?
—¿Sabés a quién me hacés acordar?
—¿A quién?
—A mi viejo, él siempre se preocupaba de que yo estuviera bien y satisfecha.
Me quedé pensando y no dije nada más.
Anen giró su cabeza, me dio besos en la cara, luego se dio vuelta en la cama mirando hacia mí y me abrazó, me dormí así, con ese abrazo...