Samantha: Corrupción y perversión de una casada (lll) (2/2)
Fecha: 22/01/2025,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: JCerva, Fuente: CuentoRelatos
... esta se asomara por el ventanal, así que moviéndose como si fuera un mapache, se perdió entre aquellos arbustos.
Mientras tanto dentro de la oficina, Samantha le decía al director de la silueta que había visto pero este que continuaba aun con su calentura lo minimizaba diciendo que lo más seguro es que se trataba de algún pájaro o un gato que pasaba por ahí mientras se levantaba de su asiento y se asomaba por el ventanal por confirmar que no había nadie. Lo que quería era que la mujer siguiera con sus punterías. Aunque en un principio Samantha si sintió cierto miedo de que algún curioso los estuviera mirando, poco a poco ese miedo fue alimentando una idea perversa en su cabeza que seguía bajo los efectos de su excitación.
Su cabeza intentaba imaginar que entre aquellos frondosos arbustos un par de ojos estaban mirándola fijamente y no perdían detalle de su imponente cuerpo. Haciendo que de nueva cuenta volviera a comenzar a mover sus caderas, pero ahora de una forma más rápida, intercalando ese movimiento de caderas con movimientos de su pelvis hacia delante y hacia atrás como si estuviera culeando con una verga imaginaria, mientras seguía su mirada perdida entre aquellos arbustos. La calentura que había perdido por el susto de nueva cuenta volvía al imaginar todo eso. El viejo tan solo miraba son una sonrisa de triunfo mientras se agarraba la verga. Ya le quedaba claro que si o si, hoy se culearia a tremenda hembra. Su risa también estaba mezclada con cierta malicia ...
... y es que tan solo de pensar en Roberto. Ese hombre que no le dirigía ni siquiera el saludo porque no lo consideraba digno ya que de seguro pensaba que era un don nadie. Pues ese don nadie tenía a su fiel e intachable esposa en cuclillas, enseñándole la panocha en espera de que se la cogiera. Entre más pensaba eso, más se calentaba, así que ya no pudiendo esperar más, el obeso director se acercó a la mujer, quedando de pie delante de ella, con su entrepierna justo en el rostro de ella.
Samantha por su parte ahora que estaba tan cerca de la entrepierna, podía ver de mejor forma aquel hinchado bulto que se formaba entre los pantalones desgastados. Entre más veía aquella cosa más dimensionaba el grosor que tenía. Su mente haciéndole una mala pasada, comenzó a compararla con el único pene que había visto en su vida.
-“¡Es más gorda que la de Roberto!”- con un tono de asombro la mujer pensaba sin quitarle los ojos de encima. Mientras que a su pequeña nariz comenzaba a invadirla un olor como si de un pescado echado a perder se tratara. Continuando mirando aquella silueta de los pantalones mientras aspiraba aquel fétido olor, llego a la conclusión que el olor provenía de aquella gran mancha que tenía el viejo en sus pantalones. Pero aquel olor entre más lo aspiraba más le resultaba embriagante haciendo que llegara hasta su cerebro y este atacaba su sistema nervioso, provocando que la panocha de la mujer, soltara una buena cantidad de jugos vaginales.
-Ya fue suficiente del ...