Samantha: Corrupción y perversión de una casada (lll) (2/2)
Fecha: 22/01/2025,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: JCerva, Fuente: CuentoRelatos
... vez en cuando. Pero ya dejemos de hablar de esto y hay que platicar de nosotros. Espera...- estaba a punto de sentarse cuando olvidaba algo, yendo atrás de su escritorio, saco 2 tazas y las lleno de café de una cafetera que tenía. Acercándose a la casada le ofreció una taza mientras le entregaba unos sobres de azúcar para que ella le pusiera a su antojo. Samantha con una sonrisa le tomaba la taza y también sostenía la del hombre para que este dejara caer toda su humanidad en el sillón. -Ahora sí, hay que ponernos al corriente jejeje- la morsa desparramándose en el sillón le decía con una sonrisa, mostrando restos de comida entre sus dientes.
Samantha dándole un ligero sorbo a su café giraba hacía en frente. Tratando de no ver tan vomitiva dentadura.
-Bueno, y ¿qué me cuentas, muchacha? ¡Slurp!- el viejo reiterando su pregunta le tomaba un sorbo a su café, solo que el a diferencia de la mujer, sorbia tan fuerte que ocasionaba un desagradable ruido.
Samantha omitiendo tan desagradable comportamiento de ese viejo, comenzó a platicarle sobre su vida desde que había egresado de la secundaria. Desde sus etapas académicas donde había sido la mejor alumna de su preparatoria y universidad, hasta de las cosas más triviales, como de la vez que había ido de vacaciones con sus amigas de universidad a Cancún o la vez que su padre le había enseñado a manejar y casi choca el carro en el primer árbol que se topó. Así continuo por poco más de una hora. La mujer tenía un semblante ...
... alegre, tenía mucho tiempo que no platicaba de ella misma con otra persona, por lo general en su casa los temas eran de cómo le había ido a Roberto y Daniel en su trabajo y escuela respectivamente, dejando de lado las anécdotas que la mujer pudo haber tenido durante el día. Rigo por su parte ya se encontraba aburrido, llevaba poco más de 1 hora escuchando las cosas que decía la mujer y el solo se limitaba a responderle de vez en cuando con un, “Si, ¿En verdad, No me digas o con una risa fingida”? Incluso ya estaba a punto de mentirle, diciéndole que tenía un compromiso importante para que se largara y lo dejara a solas en su oficina. Cuando sin previo aviso la mujer se giró hacia él y sin más le dio un abrazo, agradeciéndole por haberla escuchando. Al viejo tal acción lo tomo por sorpresa, tan solo reacciono a responderle el abrazo, poniendo sus gordas manos en su espalda y apretarla hacia él.
El viejo poco a poco caía en cuenta del calibre de la hembra que tenía en sus brazos, haciendo que la lujuria y calentura poco a poco se apoderaran de él. Desde que Samantha era su alumna, él siempre la vio con mucho morbo y excitación, aunque aún era una puberta, sobresalía sobre las demás estudiantes de la escuela por el cuerpo que se cargaba, mientras que las demás alumnas apenas y se les marcaban unos piquetes de mosquitos en sus pechos, Samantha se había saltado rápidamente su etapa de usar corpiños para comenzar a usar brasieres por ese par de toronjas que tenía por pechos, su ...