El cazador cazado - Relatos Eróticos

El cazador cazado

Estaba en un bar de copas había bailoteo y ligoteo, me fijé en una mujer más o menos de mi edad que rondaba los cincuenta bien vestida una minifada por encima de la rodilla dónde se podía ver un buen culo y un par de buenas tetas que las claras les faltaba sujeción ósea sin sujetador.

Más o menos era un poco el epicentro de las miradas de los hombres, ella se dejaba querer a las claras manteniendo un baile entre heroítico y provocativo, los chicos todos eran más jóvenes que ella quitando un par de hombres y yo que estábamos más a la expectativa.

Como no soy ni tímido ni celoso fui acercándome a ella a pesar de que un chico entre 35 y 40 años era el que más sintonía parecía tener con ella.

A las claras se sentía deseada y jugaba con nosotros, como no me parecía que estaba muy dispuesta más que a calentar pollas perdí un poco el interés separándome un poco de la zona de baile, hasta que ella acercándose a mí me preguntó si me había cansado de bailar o me molestaba la competencia.

Directamente yo le pregunté qué es lo que buscaba o a qué jugaba, ella con la sonrisa maléfica dijo claramente eso me gusta jugar a cualquier cosa.

Me preguntó si me daba miedo los juegos, yo subiendo la apuesta le dije que ya era mayorcito para tener miedo por ciertas cosas.

Se acercó uno de los chicos con los que había estado tonteando la pista, entró directamente preguntando si molestaba, a lo que la mujer y yo contestamos casi al mismo tiempo que para nada.

La mujer con ...

... bastante descaro soltó, que le gustaría seguir bailando y disfrutando de la noche en todos los sentidos.

El chico joven le dijo que estaba en su mano con quien hacerlo añadiendo que si le gustaba la gente más joven o la de su edad.

La mujer dirigiéndose más hacia él le dijo que le gustaba a los hombres, y mirándome a mí por qué no los dos.

Yo contesté que no tenía ningún problema en irme con ella e intentar seguí disfrutando de la noche de la mejor forma.

Ella entonces contundentemente nos preguntó mirándonos a ambos porque sí nos iríamos con ella los dos y la compartiríamos, y hasta qué punto podía ser la noche satisfactoria para los tres.

El chico estaba claramente cachondo y lo que quería era follar con ella a toda costa con una madura y yo entendía más a esta madura que pretendía un trío sin tabús.

Como más o menos lo tenía muy claro me dirige al chico preguntándole a las claras sí era bisexual......... el chico dijo que si había tenido alguna experiencia, la mujer sonrió y se alegró de la respuesta dirigiéndose a mí me hizo la misma pregunta.

Yo le contesté rápidamente que sí que lo era y que no tenía ningún complejo en demostrarlo pero no públicamente.

Así que salimos los tres del local y una vez en la calle la cogimos por la cintura hasta encontrar un taxi y nos dirigimos a la casa de la mujer.

En el ascensor ella primero besó al chico joven con lengua y luego lo hizo conmigo a la vez que nos dijo que le gustaría vernos a nosotros, los dos sin ...