El cazador cazado - Relatos Eróticos

El cazador cazado

... cortarnos nos dimos un buen beso en la boca intercambiando saliva hasta que el ascensor se paró.

Ya en la casa la mujer se dirigió al baño de su habitación invitándonos a nosotros a utilizar el otro pasando yo el primero ah ducharme y vaciar mi intestino como suelo tener costumbre con el flexo de la ducha haciéndome una lavativa.

Cuando salí hacia el comedor la mujer tenía un vestido de verano, y había sacado unas pastas y algo de beber.

Aproveché la ocasión para amarme a su culo y darme un buen morreo con ella mientras ella tiró de mi toalla para dejarme completamente desnudo.

Alabando ver que estaba completamente depilado y no tenía vello corporal.

Fue en aquel momento cuando entró el chico joven que también lucía una toalla en la cintura acercándose a nosotros empezamos un beso a tres leguas a la vez que dejamos caer la toalla de este.

Lucía una buena verga alrededor de dieciocho centímetros y gruesa más potente que la mía estando depilado el tronco y los testículos y teniendo un flamante capullo brillante.

La mujer se sentó en el sofá y los otros acercamos nuestras pollas a su boca para que empezase a chuparlas mientras que nosotros los besábamos ardientemente, ella hizo la invitación a que la ayudásemos comerse una polla, y yo sin dudarlo un solo segundo me senté al lado de ella para degustar aquel pollón empezando a hacerle un buen mamadón y alternando entre la polla y los huevos.

Nuestro amigo daba signos de estar disfrutando muchísimo ...

... apartándonos de vez en cuando por miedo a correrse, hasta que la mujer se dirigió hacia una habitación donde se tumbó boca arriba, yo me fui directo a saborear aquel coño que brillaba por la cantidad de flujo que tenía con una pequeña mata de pelo en su pubis levantando las piernas podía ver como palpitaba incluso su ano de un color marrón y parecía muy abierto.

Empecé a saborear aquel manjar entre salado y dulce que destilaba un rico aroma y pasé varias veces mi lengua por su estrechó aro abriéndose como una flor al paso de mi lengua y jugueteando con su esfínter en varias ocasiones, produciendo su primer orgasmo entre sollozos hijadeos mientras tenía su boca tapada por aquella puya.

En esa posición no se lo pensó y nuestro amigo el joven se la clavó sin ningún miramiento hasta chocar sus huevos con aquel pequeñito agujero que yo había estado lubricando y empezar un mete y saca en el que se oía el chapoteo de sus huevos una y otra vez chocar contra su ano.

La estampa que a mí me quedaba era el cuerpo de aquel chico joven fustigándola con fuerza y viendo como los músculos de su culo se contraían y fijándome en que su aro tenía un color rojizo y que parecía abrirse en cada embestida.

Agarrándome a sus nalgas y acompasando el ritmo de la follada empecé a golpear con mi lengua en aquel estrecho esfínter hasta notar como él disfrutaba de mi lengua mientras abría los cachetes de su culo para profundizar más adentro.

La mujer enseguida llegó al segundo orgasmo y el hombre ...