1. La señora Juana


    Fecha: 30/01/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Soy un hombre de 40 años y aquí abajo os cuento lo que me paso fue cuando contaba solo con diecisiete años. Como a muchos jóvenes de esa edad, se me iban los ojos tras todas las mujeres. Pero la que a mí me ponía malo era, la señora Juana, la vecina de abajo.
    
    Con ella compartíamos un el patio interior del edificio, pero mientras para ella si era patio para nosotros solo era terraza de tender. Ella vivía en el “A” y nosotros en el “B” por lo que las terrazas estaban enfrentadas, por lo que mi madre y ella hablaban desde ellas cuando salían a tender.
    
    En verano cuando salía a tender la espiaba con intención de poder ver algo de su intimidad. Solía llevar una la bata de botones para estar en casa y hacer las tareas. Cómo no se los abrochaba todos, desde arriba, se le veía un gran escote gracias a las tetorras que tenía puuuffff. La de pajas que me he hecho espiándola mientras tendía la ropa o salía a regar las macetas.
    
    A menudo yo jugaba con sus hijos de pequeños. Y una tarde de verano, fui a su casa a ver si estaba su hijo por si quería ir a los recreativos y dar una vuelta. Ella abrió la puerta con esa bata más desabrochada que de costumbre (seguro que no se había dado cuenta). Tra saliva al ver ese canalillo, salude y ella me dijo:
    
    - Hola Víctor. ¿Que quieres? ¿Buscas a Juan? No está, ha salido a no sé qué cosa. Pero no creo que tarde, pasa si quieres y le esperas aquí -
    
    Pase a la casa, y ella que estaba guardando en un armario las mantas del invierno, me ...
    ... dijo:
    
    - Me vas a venir bien… ¿Puedes ayudarme a guardar estas mantas? -
    
    Rápidamente me dispuse para subirme en la escalera pues pensé que ella me las iba a acercar y yo las iba a depositar en el estante más alto del armario.
    
    - No. Yo me subiré. Que si te caes, que diría tu madre. Tú sujeta firme la escalera - dijo
    
    Agarre la escalera, y ella subió. Yo desde abajo, no quería mirar bajo la bata. Pero las hormonas fueron más fuertes, y subí desde sus rodillas hacia arriba hasta ver sus bragas blancas. A lo que mi polla reacciono inmediatamente empalmándome.
    
    Ella bajó de la escalera, yo no sabía cómo ponerme para que no notara el enorme bulto de mi pantalón.
    
    Me dijo.
    
    - Gracias “apañao” - me dijo para luego continuar con otras cosas.
    
    Comenzó a limpiar una mesa frente a mí. Yo muy pendiente de su escote, viéndole las tetas, no conseguía que mi erección bajara. La señora Juana fue dándole vueltas a la mesa, para limpiarla por todos lados. Cuando quedo de espaldas a mí se estiró para limpiar el centro de la mesa, la bata se le subió hasta que volví a ver sus bragas blancas, entre sus piernas.
    
    No sé cómo reuní el valor, pero ya no pude aguantar más me fui hacia ella pegándole mi erección en el culo y agarrándole las tetas desde atrás.
    
    - Lo siento señora Juana, pero ya no podía aguantar más, mire como me ha puesto – le dije
    
    - ¿Que haces niño? Déjame, ¿estás loco? – me decía ella
    
    Yo le restregaba mi enorme erección por su culo, arriba y abajo. Su ...
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