La señora Juana
Fecha: 30/01/2025,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... respiración, se hacía más profunda. Le está gustando pensé, por lo que me atreví a soltar una de sus tetas. Con esa mano libre le remangue su bata, para sus bragas. Luego me abrí el pantalón, me baje el slip y le metí la polla entre sus piernas, en el hueco que se ve entre los dos muslos con su coño, si llegar a penetrarla.
Note su coño caliente, y comencé un vaivén despacio. Su respiración, ya era muy agitada y jadeaba un poco, finalmente se dejó caer sobre la mesa, y me dijo:
- Espera… espera -
Echo su mano hacia atrás, cogiéndome la polla. Abrió bien sus piernas, apunto mi polla bien a la entrada de su coño y me dijo:
- Ahora empuja despacio -
Comencé a empujar, y mi polla se fue perdiendo dentro de su coño. Mientras ella soltaba un gemido de placer.
- Ahora muévete más deprisa, mientras se abría la bata y dejaba las tetas con el sujetador al aire.
Estando así, en el mejor momento de mi vida, se escuchó la voz de mi madre para llamarla desde la ventana. Yo me puse blanco...eso no me lo esperaba y no sabia como reaccionar.
- Tranquilo, no la saques y sígueme – dijo muy resuelta.
Se dirigió hacia la cortina, mientras se cerraba la bata por lo que tuve que decir:
- ¿qué hace? ¿dónde va? y ella me dijo.
- Tranquilo… tu continua con lo nuestro -
Abrió la cortina lo justo, y comenzó a hablar con mi madre. Como vio que estaba pasmado de miedo, me dio una sacudida para que continuara, y comencé a follarla otra vez mientras hablaba con mi ...
... madre. Eso ya me parecía demasiado excitante. Me estaba follando a mi vecina madura, la mujer que llevaba años deseando, la madre de mis amigos, y todo ello, mientras ella hablaba con mi madre.
La señora Juana guardaba la compostura, yo empujaba como si no hubiera un mañana, mi madre quería bajar a tomar un café, y charlar un rato. A lo que mi vecina respondió:
- Sí. Claro, solo dame media hora para terminar unas cosas.
- ¿Qué dice señora Juana? que nos va a pillar – le decía lleno de temor.
Dieron por terminada la conversación, mientras ella cerraba las cortinas, y se desprendía de mi polla me dijo:
- Tenemos media hora para terminar lo que has empezado - Se quitó la bata, soltó su sujetador y se desprendió de las bragas, que aun llevaba arrastrando con un pie, quedando totalmente desnuda frente a mí.
Mi polla parecía fuera a explotar, con la erección.
- Ven aquí – me dijo echándose sobre la mesa, que había estado limpiando.
Me baje los pantalones hasta los tobillos, ella me cogió la polla y la guio hasta su coño.
- Ahora follame de verdad -
Comencé a entrar y salir de ella muy rápido. Mientras ella jadeaba, y me rodeaba por la cintura con sus piernas. Me echo sobre sus tetas, comencé a chuparlas, lamerlas y morderlas. A lo que me dijo.
- Con cuidado. No puedes dejarme marcas, no las vaya a ver mi marido –
Así que deje de morderlas, pero me centre en chuparles los pezones oscuros que estaban tiesos y durísimos. Llevábamos así veinte minutos y ...