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A cien grados
Fecha: 02/02/2025, Categorías: Confesiones Autor: Martn91, Fuente: CuentoRelatos
... un dedo y rapidamente dos, entraban y salían en su vagina con intensidad creciente. -Ay dios, Martín, me vas a matar... cogeme, por favor... cogeme -¿Si? ¿Te gusta? le susurraba en su oído mientras mis dedosse movían con mucha facilidad. -¡Me encanta!, gritaba acompañado de unos gemidos enajenados. Yo no podía más de calentura tampoco, asi que me frené y di un paso para atrás. Ella recobró un poco su postura y con una mirada casi ida se arrodilló ente mi y enseguida se embucó adentro mi pija. Iba y venía como si le fuera imposible contenerse. EL agua de la ducha ya parecía que hervía porque nosotros éramos fuego. Acompañaba su movimiento con una mano en su nuca mientras le decía: - ¿A ver cómo me mostrás que la querés? Dale, dale, dale.. sos una putita bárbara... ¿Sabés ahora cómo te voy a coger? - ¿Me vas a dar duro? me respondió sacándose el paquete de la boca y con un tono de inocente y sonrisa picarona que me impactó. -Vení que te muestro. Le dije ya no pudiendo más. Tenía la pija bien dura y quería cogerla. Apoyó sus dos manos contra la pared y e inclinó su cola para mi. La agarré y fui metiendole la pija de a poquito hasta llegar al fondo. Me acerqué con la pija adentro hasta su oído, le mordisquié la oreja y le dije: -Quiero que escuchen hasta tus vecinos. Y empecé a garcharla como nunca lo había hecho. Agarrándola fuerte de la cintura mentía toda mi pija con fuerza y ella respondía con un gemido. EL movimiento era acompañado por el agua ...
... de la ducha pero que de ninguna manera ahogaba los gritos de Car. -¿Quién es mi puta? -¡YO! -¿Te gusta? -Si, si cogeme por dios. Termina esa frase y escuchamos la cerradura de la puerta. Fueron unos segundos que parecieron minutos que nos frenamos y separamos e hicimos inmediato silencio. No podía ser, su mamá no volvía hasta el mediodía. Ella luego de trabajar pasaba al mediodía almorzaba algo y volvía a salir. Pero serían alrededor de las 11hs, ¿por qué había vuelto? -Hola Carlu- se escucha desde la cocina. Pero no era la voz femenina de la mamá de Carla, sino del papá. -Hola pa me estoy duchando- atinó a responder Carla con un hilo de voz. -Ah bueno bueno está bien. Vine a buscar unos papeles de la oficina y vuelvo a salir. -Ah bueno bueno- Carla tenía cara de pánico y estaba colorada como un tomate. Yo después del sacudón inicial y con la puerta del baño cerrada comencé a calmarme. Y de repente entendí que estaba en la ducha con mi pareja y su papá buscando papeles. Y la idea en lugar de avergonzarme comenzó a calentarme. Me acerqué a Carla y traté de besarla pero ella muy nerviosa me saca la cara y me hace con su dedo el gesto de silencio. Yo le respondí con el mismo gesto de silencio, pero mi otra mano buscó su concha. Ese segundo de indecisión de ella me bastó para meter mi dedo índice. A partir de ahí su cara de duda comenzó a transformarse de placer, cedió ante el mismo y usó su mano para taparse la boca. Ya eran dos los dedos que la ...