1. Reconciliándome con mi sobrina


    Fecha: 04/02/2025, Categorías: Incesto Autor: eedwon, Fuente: CuentoRelatos

    ... limité a irme con mi esposa.
    
    Ya estando en casa llevé a mi esposa a la habitación, le quité sus zapatos, le quité su blusa y su pantalón, dejándola solo en ropa interior. Si bien Mari tenía un delicioso cuerpo, mi esposa no se quedaba atrás, sinceramente superaba a su hermana mayor en todos los aspectos, así que ya estando en trapos menores hice lo propio, me dispuse a coger a mi esposa, recreando en mi memoria todo lo vivido ese día, con la nena, con Mari, uff, tenía a mi esposa abierta de piernas, cogiéndola a gusto mientras ella solo gemía cuando escuché sonar mi celular, como pude lo alcance y al ver la pantalla vi que se trataba de un mensaje de Mari, me había mandado una imagen donde al abrirla era ella, bien ensartada por la verga de Sergio, la cual no se miraba del mismo tamaño que la mía, pero al menos hacía lo propio con Mari, pero no me quise quedar atrás, en cambio yo le envié un video a mi cuñada donde le enseñaba cómo le metía la verga su hermana, así como también cómo gemía de placer. Minutos después Mari me envió un video donde me presumía cómo le mamaba la verga a Sergio hasta beberse todo su semen, mientras que yo contesté con un video donde le muestro cómo sale mi lechita de la vagina de su hermana, uff, estábamos ...
    ... teniendo una competencia demasiado visual.
    
    Ya después de varios minutos, y para llevarse el triunfo Mari, me envió un video de la habitación de Betsy, para mi sorpresa ahí estaban las dos bellas damas, Itzel se encontraba recostada en la cama mientras que Betsy estaba encima de ella, ambas plácidamente dormidas, producto del cansancio o después del buen sexo que había tenido, por último en el video me mostraba las vaginas bien depiladas de ambas, por su parte Itzel tenía bien abierta su panochita, aún se le veían sus juguitos vaginales, era una panochita bien cuidada, unos labios pequeños, mmm, como para devorarlos, ya ni se diga de la panochita de Betsy, esa la conocía muy bien.
    
    Mari se despidió con un: Que descanses, mi amor. Yo le contesté igual, pero me entraron las ganas de masturbarme y así lo hice mientras que reproducía el último video de las nenas, poniendo pausa varias veces en el momento justo en que me muestra la vagina de Itzel, tenía unas ganas incesantes de poder meter mi verga en ella, así que me recree la situación, hasta que eyaculé por última ese día, apagué mi celular, no quería que mi esposa se despertara y husmeara en mi teléfono, para después quedarme así dormido.
    
    Definitivamente, ese sería otro día que jamás olvidaría. 
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