Mi puta obediente
Fecha: 06/02/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Dyavol, Fuente: CuentoRelatos
... que aguante más tiempo esta panocha sin que me la culee, así que toma este dinero y nos vas a dejar culear en los baños como esta perrita necesita.
Él me miró y me regresó el dinero, me dijo que después de tremendo show lo que quería era ver como la partía y lo rico que esa puchita tragaba pito. Sacaron a los últimos borrachos, sólo quedaba los dos meseros, el dj y el de seguridad, me pidieron que me la cogiera ahí mismo, era una discoteca pequeña, yo diría más bien un bar, por lo cual fue fácil que quedara vacío, nadie nos iba a molestar y la perrita iba a dar ahora sí su mejor show. La tiré en medio de la pista, le abrí las piernas y le pasé la nariz por toda esa cuca mojada, olía a perra necesitada, comencé a comerle la panocha, lamiendo desde su culo hasta su clitoris, jugando con sus labios vaginales se los mordía y los jalaba lento, le metía la lengua en el hoyo y la hacía ancha, movía mi lengua dentro de ella y me tomaba del cabello desesperada pidiendo más y más lengua, le jalaba los pezones mientras le comía toda la panocha rica, sus fluidos sabían deliciosos. Cuando miré hacía ella, estaba mirando a su alrededor, estaba cachonda la muy perra de tener a esos pendejos con las vergas duras viéndola, se la estaban jalando mirando a mi perra. Le di unas cachetadas y la tomé del cuello con fuerza.
-Te gusta puta zorra? Te gusta que te miren no? Pues que vamos a hacer que más gente mire lo pinche cerda que eres
Saqué mi teléfono y comencé a grabarla, la muy puta ...
... miraba fijo a la cámara se tomaba las tetas y comenzaba a chuparselas, ver esa escena hizo que quisiera partirla en dos, me saqué la verga y comencé a pegarle en el clítoris con ella, la tenía dura como piedra, las venas se me marcaban demasiado y comencé a frotarla en la entrada de su puchita, casi no entraba ni la punta, tenía 21 centímetros en la entrada de esa panochita apretada y muy pequeña, la tomé de la cintura y la embestí con fuerza, la seguía grabando, grababa como le abría esa panocha, como le rebotaban las tetotas, le grababa su carita de perra inocente pidiendo más riata. La tomaba fuerte del cuello, no paraba de chingarmela con fuerza y cada vez se estaban acercando nuestro espectadores a ella, uno de ellos le puso el pito en la cara y comenzó a jalarsela más duro como si se quisiera correr en la cara de mi perra. Así que la cargué, la estaba cogiendo parado y ella pensó que no iba a dejar que la tocaran, cosa que me agradeció, pero yo no estaba ahí para complacerla a la perra sino para complacerme la verga a mí y tratarla como la puta que en verdad es. Le abrí las nalgas mientras me la culeaba y les dije que le chuparan el culo. La perra empezó a gritar que no quería, que parara, que ya se quería ir.
-Jajaja, ¿ahora ya te quieres ir? si te encanta ser una pinche perra, si te fascina estar bien llena de tus pinches hoyos cabrona y hoy te vamos a estrenar como la puta golosa que eres.
La sometimos con fuerza, la manoseabamos todos, le chupamos cada espacio ...