1. Mi esposa, hermosa, puta e insaciable


    Fecha: 12/02/2025, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Rod77, Fuente: CuentoRelatos

    ... comenzó a frotársela por la cara embarrándola del semen del chico, para después volver a comérsela y así saborear la leche del joven semental. “mmm… que rica leche calientita...” dijo la muy puta. Al mismo tiempo, todavía en cuclillas, tomó la mano del chaval y se la llevó hacia su cola enlechada. Por segunda vez se sacó mi verga de la boca y le dijo al chico “junta la leche en mi culito y méteme el dedo”.
    
    El chico, aun sin poder creer lo que estaba viviendo, al igual que yo, obedeció y se arrodilló atrás de Carla y comenzó a manosearle las nalgas cubiertas de leche, con una mano le corrió la tanga a un costado y con la otra le embarraba de leche el ano, y con delicadeza se lo penetró con el dedo grande. La cara de Carla era de lujuria absoluta, parecía estar gozando como una zorra en celo.
    
    Todavía en lo oscuro, el otro tipo presenciaba el increíble espectáculo mirando de lejos. Mi esposa volteó sin soltar el pito de la boca y lo llamó con la mano. El tipo salió de las sombras y para sorpresa mía y de Carla apareció un enorme falo negro. Sí, era el barman que se estaba pajeando en lo oscuro y trajo a la luz un miembro largo, grande y grueso, haciendo honor al mito. La cara de asombro y felicidad de Carla eran indisimulables. El moreno se acercó decidido y arrimó su negro y venoso tronco a la cara de Carla, tocando su mejilla con su enorme cabeza. Ella no dudó y engulló la verga palpitante del negro. Mientras empezó a pajearme, y con la otra mano seguía frotando su ...
    ... coño.
    
    Carla gozaba y gemía como perra, sintiendo placer al jugar con dos vergas en la boca mientras su culo era estimulado por el chico, que ya le metía dos dedos moviéndolos en suave cadencia dilatando esa cola feliz, deseosa de atención. Carla gimió “mmm… me encanta en la colita, que rico”. Mi cabeza y mis huevos estaban a punto de estallar.
    
    Luego de unos minutos de delicioso e intenso placer, Carla tomó de la muñeca el brazo del chico, y moviéndolo hacia abajo y atrás se sacó los dedos del culo y dijo “quiero que me chupen la colita”. La levanté, le bajé el vestido para cubrirle la cola y le dije “vamos al camarote”. Los dos invitados nos siguieron.
    
    Íbamos los tres metiéndole manos a Carla por los pasillos del barco. Eran tres pares de manos frotando todo su precioso cuerpo. Manoseándole el culo, las tetas y la vulva, así íbamos como podíamos tropezando por los pasillos del barco. De tanto manoseo, ella tenía de nuevo la cola al aire y una teta se le asomaba por encima del vestido, y le gustaba, sonreía de placer y alegría. Se la iban a recoger entre tres, su fantasía. Y le iban a dar mucho placer en el culo, lo que más la entusiasmaba. Su cuerpo vibraba en una mezcla de adrenalina, felicidad y calentura.
    
    Entramos al camarote y en un segundo Carla se sacó la tanga y se volvió a subir el vestido dejando su redonda y hermosa cola a la vista una vez más. Los dos visitantes no soltaban sus miembros mientras se les hacía agua la boca mirándole el culo a mi esposa. Carla ...
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