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De cómo Eva y yo nos vimos otra vez
Fecha: 13/02/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Raskolnikov, Fuente: CuentoRelatos
... calientes, fuimos quitándonos la ropa y en cuestión de un momento estábamos completamente desnudos. Me fascinaba el cuerpo de Eva, la suavidad de su piel y su olor corporal embriagaban mis sentidos. Recorrí, sin prisas, cada milímetro de su piel con mi lengua y mis labios y ella con los ojos entreabiertos se dejaba hacer. Besaba su cuello, sus pechos y lamía suavemente sus pezones. Le daba mordisquitos y ella temblaba y gemía. Cuando llegué a su entrepierna mi éxtasis fue in crescendo. Me esforcé en dar lo mejor de mis habilidades en el lugar más precioso de su cuerpo. Y mi repertorio de besos, caricias y masaje con lengua y dedos se quedó corto con la respuesta sin fin de su cuerpo. Su clítoris se agrandó y sus jugos alimentaban mi voraz boca. Sus deseos se mezclaban con los míos y sus gemidos perpetuaban mis caricias. Eva agarró mi cabeza con sus manos y me llevó a su boca. Se fundió su saliva con mi saliva y el sabor de sus jugos. Separó su cara de la mía y bajó lentamente por mi cuerpo, y si yo gocé su hermosura, ella dibujó un cuadro de placeres en mi piel. Su boca como pincel experto coloreó de sensaciones mi polla. Sin decir nada se tumbó y agarrándome por las muñecas me llevó a su cuerpo y me invitó con un beso sin fin a entrar en su morada. Y entré, y lo que encontré fue lo más maravilloso que había tenido en años. Y acoplados con la misma perfección que bailando un tango, gozamos ambos, lentos, sudorosos y agitados. Nos amamos sin fin y sin saber cómo aguantamos minutos interminables hasta que juntos explotamos yo dentro de ella y ella en mí. Me besó de nuevo, esta vez suavemente como dejando caer una pluma de piel sobre mis labios y me dijo "Te quiero sólo para mí". Afuera seguía lloviendo y dentro de mí se desató una tormenta. Podéis comentar en [email protected] .