1. Por infiel, inicie a mi esposa en la prostituc (5)


    Fecha: 31/10/2018, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Mi esposa, por su carácter más reservado, en un primer momento mostró una actitud de vergüenza y temor, pero luego todo cambió, y lo primero que se disparó fue nuestra comunicación y relación de pareja. Después de lo que habíamos experimentado, los largos silencios terminaron, y empezamos a hablar con sinceridad.
    
    Y un día, mientras estábamos abrazados en la cama le dije: “Quiero mostrarte algo”. Ella, con cierta expectación y complicidad respondió: “Que me vas mostrar” A continuación, le mostré las 30 fotos que le había tomado cuando se hallaba al pie de cuarto No. 1 del burdel, mientras recibía a sus primeros clientes. En ellas, muy nerviosa, ceñida de ese estrecho y cortísimo vestido negro, mostraba de manera atrevida su cuerpo blanco y voluptuoso, sus caderas anchas y carnosas, y esas piernas gruesas y sensuales, que parecían querer reventarse de los filos de ese vestido de puta, que le llegaba apenas unos 10 centímetros debajo de su cintura.
    
    Andrea, al contemplar las fotografías se turbó por un instante: “En que momento me las tomaste”, “Estaba delante de ti, estabas tan nerviosa que no te diste cuenta”, le dije. “Mira como me veo. Ahora, que vas a pensar de mí”, repuso con duda y temor.
    
    Yo la miré con un intenso deseo diciéndole: “Nada, ¿Qué voy a pensar de ti? Yo te llevé allá, y la mujer que está en estas fotos es la puta más deliciosa de Guayaquil”. ¡¡Loco, eres un loco!! Dijo riéndose, mientras fingía abofetearme.
    
    “Y eso no es nada”; le dije, y a ...
    ... continuación le mostré las 32 fotos íntimas que le tomé, desde la ventana oculta, mientras la culiaban el mulato Simón, el negro Toro, y otros tres clientes más. Todas esas fotos estaban llenas de un ardiente morbo, con una gran carga erótica, porque esos 5 machos se culiaban desaforadamente a una puta novata e ingenua: Mi rica y sensual esposa Andrea.
    
    En una de ellas se veía como el mulato Simón; con las piernas de mi esposa en sus hombros, se aprestaba a penetrarla con su inmensa verga de 30 centímetros. En otra, el mulato la tenía introducida hasta la mitad; y en otra más, se la veía a Andrea con una extraviada expresión de dolor y de placer en su rostro, mientras el fuerte mulato la tenía penetrada hasta el fondo con su gran verga.
    
    Las fotos la mostraban disfrutando, Completamente entregada como puta, mientras los clientes la culiaban brutalmente en todas las posiciones posibles.
    
    Al terminar de ver las fotos, mi esposa estaba enmudecida y temblando. Yo me adelanté diciéndole: “No temas, no estoy pensando nada malo de ti, ¿sabes? Creo que te ves como una rica hembra, y la mejor puta que estos tipos se han culiado jamás”
    
    Ella, con el rostro enrojecido por una violenta excitación sexual me dijo riendo: “¡¡Loco, loco!! mientras me daba manotones, y me perseguía por todo el dormitorio.
    
    A continuación, la tumbé en la cama, y la poseí como el macho fuerte y dominante que he sido, y que soy. Después de ello, cuando estuvimos relajados, le dije que en adelante hablaríamos ...
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