Éxtasis en un domingo lluvioso
Fecha: 18/02/2025,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Yasemin, Fuente: CuentoRelatos
... una mueca de deseo. Me muevo hacia atrás. Fernando sigue recorriendo con sus dedos mi perla de amor, provocando que se agrande y con ganas de saborearla. Puedo sentir su lengua. Primero en mis nalgas, luego en el medio. Mete la cabeza debajo de mi regazo y en esta posición se las arregla para presionar sus labios en las puertas de mi placer. Prueba mi feminidad. Quiero saber hasta qué punto mi excitación ha afectado el sabor de mi lujuria. Me lame extensamente con placer y me provoca un primer y casi incontrolado gemido. Dentro de mí todo empieza a hervir y hervir. Estoy caliente. La piel de gallina que se forma en mi piel es excitación pura.
Mi marido sale de la ducha, se dirige a uno de los armarios del baño de atrás con una mirada misteriosa y vuelve con un consolador largo y curvo en la punta. Lo miro sorprendida. Todavía no teníamos un juguete sexual. Eso es nuevo. Inesperado pero emocionante. Cuando pasa mi primer asombro, siento curiosidad y quiero probar este juguete del amor. ¿Cómo será si no es su miembro natural el que me hace feliz, sino uno artificial?
Juegos previos con el consolador
Enjabona el juguete y lo frota suavemente entre mis piernas. Cierro los ojos y espero tensamente a ver qué hará. Ya puedo sentir la punta del dildo deslizándose alrededor de mis nalgas, una y otra vez, hasta que accidentalmente se desliza en medio y descansa en la entrada de mi trastienda. Aguanto la respiración. Nunca he…
El consolador sigue jugando conmigo. Lo empuja ...
... de nuevo allí y me hace desear. Lujuria desconocida. Por primera vez en mi vida amorosa, sentiré algo en mi ano.
¡Por fin me penetra!
Y luego, infinitamente lento, como en cámara lenta, el poderoso pene de mi marido se aprieta de repente entre mis muslos y se empuja más adentro de mi vulva, que suspira con el deseo del éxtasis. Me llena con su placer y se desliza hacia adelante y hacia atrás mientras simultáneamente usa sus dedos para levantar un poco mis nalgas y nuevamente rotar el miembro artificial alrededor de mi ano. Ante mis ojos se disparan fantasías que me marean. Estoy tratando de prepararme para el placer total, lo que puede sorprenderme.
Mi esposo todavía me deja en la oscuridad acerca de si quiere tomarme doblemente, si despertará mi lujuria doblemente... Mis senos comienzan a apretarse. Primero en los pezones, que todavía presiono contra la fría pared de azulejos. Entonces la sacudida se extiende hasta mis pechos. Es una de mis señales de que mi cuerpo está tratando de iniciar el orgasmo. Gimo fuerte y me abro completamente a mi hermoso captor para que pueda sentir lo lejos que he llegado al clímax.
Fernando me conoce bien. Entiende lo que mi cuerpo le dice. Me enjabona con cremoso gel entre mis nalgas y el área que va a hacer en un momento, particularmente persistentemente. Lleva mucho tiempo, me hace retorcerme. Hasta que está seguro, absolutamente seguro, de que yo también lo quiero. Yo también lo quiero de verdad, tengo sed de él y no puedo pensar ...