Una y otro.
Fecha: 31/10/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
Hola nuevamente, mi nombre es Dan, soy venezolano del centro del país, este relato que les contaré es de cuando tenía, 14 años. A esa edad todos los muchachos y muchachas estábamos experimentando sobre el amor y todo lo que involucraba, nos pajeábamos frecuentemente, como dice un dicho acá en nuestro país “Cualquier hueco es trinchera”, quien nos permitiera meterle nuestro pene ese era nuestra trinchera por algún tiempo. Cuando me toca a mí tener novia, la visitaba todas las noches ya que éramos vecinos, mi novia se llamaba Iris y tenía solo un hermanito menor, ella tenía 13 años y su hermanito 9 años. Como es común nos sentábamos fuera de su casa y sus padres mandaban al niño para que vigilara y no permitiera que pasara nada, cuando el niño se descuidaba le daba besos a Iris y algunas veces lograba meter una mano en los senos, esto era todo el tiempo que yo los visitaba. Cuando llegaba a casa por el calor de los besos mi verga siempre la tenía dura e inundada de líquido preseminal y terminaba haciéndome una paja en nombre de mi novia. Un día los padres de mi novia me invitaron a la playa, ya estando allí mi novia y yo nos fuimos a bañar y cuando sus padres no nos veían, nosotros nos abrazábamos y nos besábamos, lógicamente mi verga hacía una carpa en short, mi novia lo sentía y se pegaba más de mí. Estando abrasados nos percatamos que mi cuñadito se acercaba a nosotros, pero como estábamos en una parte profunda para su tamaño, el niño comenzó a llamarnos para que lo ...
... buscáramos, mi novia me pidió que lo cargara y no me quedó de otra. Ya con el encima no era fácil hacer nada con mi novia, en ciertos momentos cuando la marea bajaba él podía mantenerse en pie, pero cuando subía la marea se colgaba de mi cuello y yo lo agarraba por debajo de sus nalgas para que no se resbalara, ya mi novia no quería bañarse más y me dijo para salirnos y el niño me pidió que nos quedáramos un ratico más, entonces mi novia me pidió que me quedara acompañando a su hermanito, el chico se agarraba fuerte de mi cuello cuando las olas llegaban y yo lo sujetaba por debajo de sus nalgas para que no se me resbalara, de vez en cuando sin querer mis manos llegaban a estar completamente en sus nalguitas redondas pero sin ninguna intensión, al pasar un rato comencé a sentir que el chico tenía su penecito parado y yo podía sentirlo en mi estómago y me picó el gusano de la malicia, entonces me fui alejando más hacia el fondo donde ya el no alcanzaba el fondo de la playa, el seguía agarrado de mi cuello y su penecito frotando en mi estómago, en un momento en que las olas se hicieron más fuerte, tomé sus nalgas con ambas manos y las apreté, él me miró y se hecho a reír y se agarraba más a mi cuello, allí capté que aquel infante le estaba gustando lo que hacía con sus nalgas y de inmediato se me paró la verga, cuando bajaba la marea mi verga daba con su penecito y el niño me miraba y se reía, como estábamos cubiertos con el agua hasta mi cuello, le metí la mano por dentro de su short y ...