Disfrutando a mi prima - Relatos Eróticos

Disfrutando a mi prima

Hola qué tal, mi nombre es Ricardo, soy nuevo en esta página y leyendo algunos de los relatos aquí mencionados me animé por contar una pequeña historia que me sucedió hace algunos años con mi prima y que la verdad no me había animado a relatar…

Debo decir que nunca planeé nada de esto, pero por diferentes situaciones las cosas se fueron dando. Actualmente vivo en CDMX y tengo 29 años. Estudié arquitectura y Diseño Gráfico. Tengo complexión atlética, mido 1.76, soy moreno claro y me encanta ir al gym, no es vanidad ni ego, pero debo decir que soy medianamente atractivo y noto como las chicas voltean a verme. He tenido muchas novias que han querido formalizar la relación, pero por X o Y motivo decido seguir explorando nuevos horizontes, aunque las respeto mucho.

Todo sucedió cuando tenía 22 años y mis primos maternos de Querétaro se encontraban de visita en la capital. Nos avisaron que vendrían y la verdad no me emocionaba mucho, pues ya estás en una edad donde te llaman otras cosas y no tanto la convivencia familiar, no sé si sea solo yo o tal vez se identifiquen, en fin.

Mi mamá me pidió de favor si podía ir por ellos a la central, puesto que ellos y mi tía llevaban mucho sin venir y que un foráneo venga a la capital es como un niño perdido jajaja. Yo accedí y me dispuse a ir por ellos, de cierto modo tenía curiosidad de verlos, pues la última vez que conviví con ellos fue cuando yo tenía como 14 o 15 años.

En total eran 4 primos, por discreción no diré sus ...

... nombres, pero los describiré …

La mayor es bonita, delgada y chaparrita, ya con una niña en la actualidad, y es con quien más convivía, sin embargo, siempre supimos que andaba de noviera y se metía con prácticamente todos jajaja, a ella le llamaremos “A”.

Después seguía un primo hombre, prácticamente sólo le gano por un año y siempre me llevé bien con él, es el típico chavo callado y que siempre anda en sus ondas, pero muy listo, por cierto. Le diré “R”.

Después venia una prima muy bonita, pero prácticamente no le prestaba interés, pues era una niña y yo me juntaba con mi primo, sin embargo, noté que siempre me seguía y andaba de metiche en lo que yo hacía, le podemos decir “E”.

Por último, era otro niño, el típico chamaco que le apasionan los videojuegos y que todo se lo consientan, a este le diremos “D”.

En fin, en el camino ya había cambiado de parecer, pues si me estaba dando emoción verlos, sin embargo, los recordaba como la última vez que los había visto, no los imaginaba más grandes, ni que rasgos habían cambiado, a pesar de ver algunas fotos de ellos en Facebook.

Llegué a la central y aún no habían llegado, así que hice tiempo. Fui a comer algo y después me quedé sentado viendo mi celular, cuando en eso me llama mi tía y me dice que habían llegado por una de las puertas y fui hacia ellos. Al verlos fue una gran impresión para mí, una mezcla de emoción, sentimiento y felicidad, pues llevábamos años sin vernos. Primero saludé a mi tía y nos abrazamos, ...