Caricias en la ducha
Fecha: 31/10/2018,
Categorías:
Masturbación
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... modos, porque sé que si despierto, se sentirá obligado a continuar y no deseo que lo haga por ese motivo. Despacio, sale de la cama y le oigo coger ropa e ir al baño. Va a ducharse. Esta noche me ha prometido cenar fuera, y sabe que yo tardo mucho más en ducharme que él. Apenas oigo el ruido de la ducha, me doy media vuelta en la cama. Por la puerta entreabierta del baño, le veo coger el champú y la crema de afeitar.
Sé que se siente un poco culpable, pero a mí no me ha importado, lo comprendo… Daniel volvió anoche de un viaje de trabajo, ha estado fuera un mes, trabajando a destajo, jornadas de más de doce horas diarias, sin domingos ni festivos, y anoche apenas durmió cinco horas, y eso después de hacerme el amor mientras dormía… había sido casi mágico para mí. Estaba soñando con él, le olía, le sentía cerca de mí, en el sueño flotábamos en el aire mientras lo hacíamos, y las sensaciones habían sido tan intensas, tan reales… me había encantado. Cuando me desperté y le vi a mi lado, me sentí eufórica, por un momento llegué a pensar que mi sueño se había convertido en realidad, no pensé siquiera que había venido mientras dormía, sino que había sido… magia. Después de comer en casa, nos habíamos echado la siesta, y habíamos empezado a juguetear, y… Daniel siempre tiene esa mezcla que tanto me gusta de dulzura y de maldad, es capaz de estrujarme sin piedad los pechos con una mano mientras con la otra me acaricia tiernamente la mejilla, pero esa tarde se me había echado ...
... encima y apenas al entrar… zas. Instantáneo. Toda la furia se le pasó de golpe y se puso como un tomate, y aunque yo intenté quitar hierro al asunto y animarle otra vez con caricias, basta que uno quiera quitar importancia para que el otro se obsesione, y entre eso y el sueño que tenía, no hubo manera de recuperarlo.
"Lo siento." Lo había dicho como veinte veces, "Lo siento, no sé que me ha pasado, lo siento, Mati, lo siento…". Pero yo le había sonreído, yo sabía que eso podía pasarle al más pintado y más arrastrando el cansancio que llevaba. Le hice recostar la cabeza sobre mi pecho, y le acaricié durante los pocos segundos que tardó en quedarse dormido. Yo hice lo propio, notando en mi nariz su olor que tanto me gusta. Daniel es un hombre estupendo, pero a veces le da muchas vueltas a las cosas, demasiadas. Sabía que ahora mismo, estaría haciendo un mundo de una nimiedad, un petardazo no implicaba que fuese a padecer eyaculación precoz, ni que se estuviera haciendo viejo… pero sabía que eso era lo que estaba pensando y le preocupaba. Y a mí me preocupaba que le preocupase a él, porque si se obsesionaba, lo más fácil es que volviese a pasarle. Sentía que me necesitaba con él, y yo misma quería estar con él, así que lentamente salí de la cama y me dirigí al cuarto de baño, desnuda como estaba, silenciosamente.
Podía verle a través de la cortina de la ducha, transparente y con dibujos de delfines. Estaba de espaldas a mí, con las manos apoyadas en la pared, dejando que el ...