1. Cogiéndome a una madura de 55 años


    Fecha: 25/02/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Pacomerbien36, Fuente: CuentoRelatos

    En la empresa donde trabajo hay una señora en el área de compras de unos 55 años, 1.55 de altura, güera, ojos verdes, cabello gris porque se lo pinta, siempre tiene las uñas bien cuidaditas, de pecho unos ricos limoncitos, trasero normal algo caídas por su edad, pero hasta eso aún se conservan, es flaquita y sobre todo muy amable.
    
    En el tiempo que llevo en la empresa desde que llegue nunca le tome importancia solo eran los saludos normales de buenos días y noches, y cuando requería de algo se lo pedía. Hasta hace unos 6 meses después de tantos relatos al escuchar de ella, todos mencionaban que nunca la han visto con un hombre, que nunca se casó, por ende, siempre ha vivido con sus padres los cuales estos últimos fallecieron el año pasado, quedando sola completamente en su casa.
    
    El día que comenzó mi interés sexual por ella fue en uno de esos días cuando a la hora de la comida yo me iba a dirigir a casa para ir a comer, cabe destacar que tengo a mi disposición una camioneta para hacer de mi trabajo que prácticamente lo llevo donde yo quiera todos los días con ella me muevo. ¿Al despedirme de ella me dice saldrás a comer, le contesto claro Liz por? Es que si es así podrías pasar a dejarme a mi casa ya también me voy a lo que no vi nada de malo, claro le respondí te espero afuera. Así fue llego a la camioneta se subió salimos del trabajo la plática fue que es lo que iba a comer, me dijo del platillo, pero durante esa explicación me percate que se podía ver parte de ...
    ... sus pechos llevaba una camisa blanca de botones con brasier blanco creo que no se percató nada de ello porque seguía con la plática, en fin, el trayecto fue de lo normal.
    
    Pasaron días, pero cada que la veía mi deseo sexual por ella crecía cabe destacar que me calientan mucho las mujeres maduras y más de esta mujer porque estaba seguro que era de las que tenía siglos sin estar con un hombre, todo esto lo sé por ella misma que me conto parte de su vida y también no es por quebrarse la cabeza su vida trata del trabajo, comer, casa, todos los días. Todos los días que me tocaba estar en oficina me la quedaba observando su forma de caminar, nalgas, siempre quería saber que tipo de ropa interior llevaba y sobre todo ver como se le marcaba en sus nalgas, a veces que se agachaba se le marcaba aún mas eran unas vistas increíbles, podría ver todo esto porque en la oficina compartimos espació por lo que todo el día estamos a la vista, cada que se agachaba me imaginaba tocándole ese rico culo, restregándole mi verga, susurrándole al oído lo rica que estaba y lo mucho que tenía ganas de hacerla mía. Cada que tenía oportunidad de esta situación siempre me sobaba mi verga por encima de mi pantalón disfrutaba ese rico momento siempre terminaba dura y con mi líquido seminal fuera, claro estaba que mi mente está a tope con esa mujer.
    
    No les voy a contar como fue que me gane su confianza para poder atreverme a invitarla a comer, un día que estuve fuera de la oficina le mande un WhatsApp ...
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