1. Noches de luna llena en Hogwarts (Cap. II)


    Fecha: 01/11/2018, Categorías: Grandes Series, Autor: EscribaCaliente, Fuente: CuentoRelatos

    Cuando hubo llegado el Expreso de Hogwarts a la escuela y todos los alumnos llegaron al castillo, empezó al banquete. El techo del Salón Comedor estaba cubierto de nubes, como siempre, y la iluminación corría a cargo de millares de velas encendidas. El vocerío de los alumnos no dejaba oír casi nada. Hasta que el directo se levantó y pidió silencio. Dumbledore vestía su túnica regular gris y llevaba la barba perlada más larga que de costumbre (hasta debajo de la cintura). Cuando empezó su discurso, hasta las moscas se callaron.
    
    ‒ ¡Bienvenidos a todos a un nuevo año en Hogwarts! Veo muchas caras nuevas y muchas caras ansiosas de conocimiento, entre otras cosas. Intentaremos tener un año menos atropellado que el anterior. Saben que la situación con el Ministerio está un poco tensa; y con el regreso de las fuerzas oscuras, tenemos que estar más unidos que nunca. Permítanme presentarles al nuevo profesor de Defensa contra las Artes Oscuras, Robert Kerr.
    
    Todos vieron a un profesor de pelo oscuro, estatura mediana y una expresión un poco sombría cuando se levantó de su asiento y, como para contrarrestar su apariencia, saludó a todo el Salón con una sonrisa un poco extraña.
    
    ‒ Les recuerdo que el Bosque de la escuela está prohibido para los alumnos de primer año. Nada más por ahora. Pórtense bien ‒ y el anciano les guiñó un ojo ‒ o que no los vean. ‒ todos quedaron sopesando esas palabras. ‒ Ahora sí, ¡que cada uno encuentre su hogar!
    
    Dicho esto, en medio del estrado ...
    ... apareció el taburete tan conocido por todos y el más reconocido Sombrero Seleccionador, que, puesto sobre la cabeza de cada alumno nuevo, decidía a cuál de las 4 casas pertenecía: Griffindor, Ravenclaw, Slytherin, Hufflepuf.
    
    Los chicos y las chicas de primer año fueron pasando de uno en uno. Algunos tardaban más, otros menos, como si tuvieran más claro a qué casa pertenecían. Harry sabía muy bien qué el Sombrero tomaba en cuenta los deseos de cada uno a la hora de elegir. La repartija fue bastante pareja. Los últimos dos en pasar, sorpresivamente, no parecían de primer año, y eran extremadamente similares. “Hermanos, seguro”, pensó Hermione. “Son alumnos de intercambio”, murmuró alguien en la mesa de Griffindor. Primero pasó el chico. Ambos fueron a parar a Ravenclaw, y sentaron cerca de Luna, que estaba distraída mirando las constelaciones del techo en caso de que cambiaran.
    
    ‒ Por último ‒ dijo Dumbledore ‒ ¡Comamos! Cuando dijo esto, todas las mesas se llenaron mágicamente de comida y bebida de lo más variado. Nadie espero más y se lanzaron todos a saciar su apetito.
    
    ‒ ¡Hola!, ¿qué tal? ‒ dijo una voz cerca de Luna, que estaba ocupada mirando hacia la mesa de su amiga Ginny y a los demás, en específico, miraba las tetas de Hermione, embelesada. Luna se volteó muy lentamente hacia la chica que le hablaba. Era la chica nueva, estaba sentada al lado suyo. Parecía de su edad, tenía el pelo castaño rojizo y era bastante linda, pensó Luna. ‒ ¿Hola? Soy Clare. Clare Duke. Este ...
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