Uno de mis encuentros favoritos - Relatos Eróticos

Uno de mis encuentros favoritos

... esta muy bueno, más alto que yo como de 1.75 m, robusto, moreno me imagino que por trabajar todo el día en la calle, se baja los pantalones y me deja ver su hermoso pene, no puedo apartar mi mirada de su pene, se veía duro, las venas se marcan sobre la piel, su punta apunta hacia mi, esta húmeda y brillante; pienso que esta así por mi y eso me excita, un espasmo recorre mi cuerpo.

Sigo inmóvil viendo su pene hermoso, se acerca, sus brazos rodean mi cintura, el calor de su pene entre mis nalgas me hace vibrar, su pecho contra mi espalda, su aroma... escucho su voz varonil preguntarme si estoy bien, no puedo responder, solo siento, es una sensación deliciosa, gira mi cabeza hacia el para besarme en la boca, mis labios están entreabiertos y listos para recibir los suyos, mi lengua se encuentra con la de él, mi pasividad acaba, giro mi cuerpo, lo abrazo y sigo besándolo apasionadamente.

Una de sus manos esta en mi espalda, hace que mi pecho este pegado a él, siento mis pezones duros, su otra mano baja a mi cola, acaricia mis nalgas, la desliza entre mis nalgas, abro mis piernas para sentir más.

Me agarraba fuerte a el pues mis piernas temblaban en espasmos y no quería terminar en el suelo, me colocó sobre la cama y se acostó a mi lado.

Sus dedos comenzaron a recorrer mis tetas sobre la tela, rozaba mis pezones y los apretaba entre sus dedos, sentía que había llegado al máximo de excitación pero su siguiente caricia me hacía sentir más. Me besaba las tetas, apretaba ...

... mis pezones con sus labios y usaba la lengua para estimularlos más.

Me giro sobre la cama, metió una de sus piernas entre las mías y fue besándome en la espalda, entre abrí mis piernas y se colo entre ellas, sentí su pene duro y caliente entre mis nalgas, parecía que tenia vida propia, me prepare para sentirlo dentro de mi, lo deseaba, quería ser penetrada.

Siguió besándome la espalda y fue bajando hasta llegar a mis nalgas, sentí como separaba las partes del corset doll que cubría mis nalgas y separo las tiras de mi tanga, besaba mis nalgas mientras se acercaba a mi ano, lamía, succionaba, mordía; todo me daba placer. Gire un poco mi cabeza y pude ver en el espejo sobre la cama a una mujer y su macho muy excitados, en ese momento sentí su lengua tratando de entrar en mi ano, se me escapo un gemido de placer.

Me faltaba el aire, mi corazón estaba a mil, él seguía dándome placer con sus labios, su lengua recorría toda el área, luego me succionaba con su boca y dejaba que su saliva empapara todo, cuando se sintió satisfecho me giro boca arriba, se coloco encima mio con sus piernas entre las mias.

Su pecho apretando los míos, la sensación de ser medio aplastada, aumentó al máximo mi excitación y mi deseo por él, le abracé y le besé, él introducía su lengua en mi boca, le dije que me gustaba mucho lo que me estaba haciendo, le gusto saber que yo estaba gozando, me dijo... voy a calmar las ganas que tienes de mi pene. Abrí mi boca y me acerco su pene yo lo roce primero ...