Morbo con calzones I: Federico, yo, intercambio de calzones
Fecha: 12/03/2025,
Categorías:
Gays
Autor: PackGay85, Fuente: CuentoRelatos
... la conversación se detuvo y solo estábamos centrados en como el otro se masajeaba el bulto. De pronto él se levantó ligeramente del sillón, se desabrochó el pantalón y lo dejo caer hasta sus pies, quedando solo en una trusa roja, bajo la cual se marcaba un bulto de unos 17 cm y bastante gorda.
Yo le seguí, me deshice del pantalón que quedó atrapado en mis pies, y empecé a masajearme la verga sobre mis trunks de color rosa, sin quitarme la mirada de encima Federico metió la mano en su trusa y cuando se disponía a sacarse la verga, escuchamos que la camioneta se detenía afuera de la casa, ambos nos subimos el pantalón, el salió disparado hacia el baño de su cuarto y yo entre al de visitas.
Escuché como se abría la puerta y mi amiga gritaba – ya llegué- salí del baño y me presentó a su amiga. Federico tardó un poco en regresar, cuando llegó, nos dispusimos a cenar, él se sentó a mi derecha y del otro lado estaba su prima.
Federico se levantó de la mesa, con el pretexto de ir por una salsa a la cocina, antes de levantarse me dio la espalda y tiró “accidentalmente” un tenedor, se inclinó a recogerlo sin levantarse de la silla y pude notar que no traía la trusa roja. Regresó con la salsa y un nuevo tenedor, colocándolo en la mesa dijo –Una disculpa, ahora regreso- y fue al baño de visitas.
Cuando volvió a tomar asiento, por debajo de la mesa tocó mi pierna y me hizo una señal con la mirada para que viera hacia abajo, vi que me entregaba una servilleta doblada, la ...
... tomé y desdoblándola leí “ve al baño de mi cuarto, hay una sorpresa para ti”.
Yo: Con permiso, ahora regreso
Federico: he bro, se rompió la cadena, ve al de mi recámara si quieres.
Entré al baño de su recámara, buscando la sorpresa que me había comentado y ahí, sobre la tina, estaba la trusa roja que llevaba hace un momento, me acerqué a ella y descubrí que estaba llena de mecos, me senté sobre el baño y me llevé los mecos que estaban sobre la trusa a la boca y los saboreé, su sabor era delicioso y ni hablar del aroma que la impregnaba, mientras restregaba los mecos en mi lengua y el aroma de su trusa embriagaba mi nariz, sentí que mi bulto empezaba a crecer.
Se me ocurrió que era una buena idea devolver el atento regalo que me había hecho mi anfitrión, me deshice de los pantalones, y empecé a jalarme la verga sobre el trunk, después de unos minutos y debido a la calentura de lo ocurrido en la sala, a su embriagante aroma impregnando aquella trusa y al delicioso sabor de su corrida sobre mi lengua, no tarde en terminar sobre mis trunks, los dejé sobre el mismo lugar en el que había encontrado los suyos. Recordando sus palabras de que le ponía que otros usaran su ropa interior me la puse, y vistiéndome, me dispuse a salir.
Regresé a la mesa y en un momento en que mi amiga y su amiga platicaban, fui con él a la cocina con el pretexto de ayudarlo con los platos del postre:
Yo: Gracias por el regalo – me bajé un poco el pantalón y le mostré que traía puesta su ...