1. Infracciones de tránsito (parte 0): Precuela


    Fecha: 13/03/2025, Categorías: Hetero Autor: ElenaRmz, Fuente: CuentoRelatos

    En los tiempos en que aun estudiaba en la Universidad, logre convencer a mi padre para comprarme un auto, pero como el piensa en la meritocracia, era un cacharro viejo. Si yo quería tener un automóvil más cómodo tenía que ganármelo, pero a pesar de todo el cacharro facilitaba mis viajes a mis clases en la universidad y a mi trabajo de medio tiempo. Estoy segura de que se sintió bastante complacido de verme batallando diario con el terrible cacharro.
    
    Estuve de acuerdo en aceptar sus condiciones y ahorrar un año, para mejorar mi medio de transporte. Bueno, ese era el plan. No tenía idea de cuánto costaba mantener un auto, especialmente uno viejo. Si hubiera sabido, nunca hubiera aceptado ese trato.
    
    Siendo una conductora inexperta, no pasó mucho tiempo antes de que tuviera un pequeño accidente. Mi viejo y robusto auto estaba bien, pero le hice un poco de daño a otro auto. Sin saber nada mejor, notifiqué a la compañía de seguros porque para eso pensé que era el seguro. Más tarde, algunos amigos e incluso mi padre me dijeron que siempre es mejor mantener los reclamos menores fuera de mi registro y manejarlos sin involucrar a la compañía de seguros.
    
    Después de que se manejó el reclamo, hablé con mi agente, quien me informó que la próxima póliza efectivamente podría tener un incremento si no tenía cuidado y evitaba otro accidente. Yo era joven con poca experiencia; pero entendí claramente que no debía de meterme en mas líos si quería mejorar la calidad de mi ...
    ... transporte.
    
    Entonces, la ley de Murphy hizo lo suyo, regresaba a casa de una noche de la fiesta de cumpleaños de mi novio, era una noche lluviosa. Sabía que el pavimento estaba resbaladizo. Había tomado un par de tragos esa noche, así que estaba siendo muy cuidadosa. Cuando llegué a un semáforo, noté que un coche de policía y tránsito de la ciudad se detuvo en el semáforo frente a mí. Frené con la intención de detenerme bien detrás de él, pero de repente mi cacharro comenzó a deslizarse. Había una ligera pendiente en la carretera, y mi coche, con los neumáticos desgastados y todo, tenía mente taurina propia y embistió.
    
    "Oh, ¡En madre!!!..." Pisé el freno tal como mi padre me había dicho muchas veces, pero el cacharro seguía deslizándose. Todo se sintió como en cámara lenta cuando el cachivache se deslizó lentamente y se detuvo en el parachoques trasero de la patrulla.
    
    "¡Oh, ¡Ya valió madre, NO!" Me congelé. No choqué contra él; fue más como un ligero empujón. Estaba bastante segura de que no había daños y esperaba que el Oficial no se diera cuenta... pero lo hizo. Vi sus ojos en su espejo retrovisor mirándome mientras yo miraba impávida como conejo frente a una serpiente hambrienta.
    
    Dejé caer la cabeza sobre el volante con el cabello alrededor de la cara, con incredulidad. Mis manos, aún en el volante, ahora temblaban. No podía creer mi mala suerte. ¡Golpeé un coche de policía! No puede ser peor que esto. Quiero decir, parecería un mal chiste, pero tristemente no lo era. ¡Soy ...
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