1. Una recogida diez años después (de alumna a mujer casada)


    Fecha: 01/11/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... mi separación, asi que mi verga estaba durisima y la follaba duro sin misericordia, ella chilló y se quejó y en pocos minutos estaba sufriendo un nuevo orgasmo, me araño los brazos y eso me gustó mucho, Yo me mantuve inmovil un momento viendo como iba disminuyendo su climax, seguidamente se la saqué y la fui colocando en la posición perruna, ella estaba tan relajada que parecía una muñeca a la cual la colocas como quieres. La acomodé y levanté sus ricas nalgas, ella tenía un culito estrechito y rico, le puse mi verga en su panochita y la penetré aprovechando su alta lubricación y que estaba bien dilatadita, se la metí de un solo golpe hasta el fondo, luego me puse a bombearsela, me aferré de su cintura para metersela bien al fondo de su bollito, rapidamente de nuevo, ella empezó a gemir y a poco rato ya emitía sus tipicos gemidos de placer que me volvian loco. Yo sabía que esta vez yo también iba a acabar, esperé que ella llegara y apenas pude aguantar y luego saqué mi verga y me vine sobre sus nalguitas y espalda. Las clases de matemática y física se volvieron clases de sexo ...
    ... duro, me cogía casi desde su llegada a la casa, me la llevaba al sofá o a la recamara y follabamos de lo lindo. Fuimos adaptando nuevas experiencias, ella me mamaba rico la verga, hacíamos poses bien ricas, incluyendo una donde yo la cargaba y la ponía sobre mi verga, sus piernas se enrollaban sobre mi cintura y cogíamos hasta acabar. Pero lo rico duró poco, recibí una oferta de trabajo apenas a los tres meses de haber empezado a coger con ella. No pude evitar aceptar y lo nuestro se acabó con el nuevo trabajo. Pasaron casi 10 años, y ahora yo casado, viviendo en una urbanización, teníamos nuevos vecinos, cuando por cortesía mi esposa y yo fuimos a presentarnos, al abrir la puerta alli estaba Silvia, toda una mujer casada, un hijo y hecha un bombon, sus caderas casi parejas, ahora eran unas curvas impresionantes, un trasero más grande siempre en forma de corazón. Mi pecho se aceleró y creo que el de ella también, pues lo pude ver en sus ojos, algo en nuestro interior se prendió como una braza que ha estado en reposo, nos puismos nerviosos los dos. Eran diez años después. CONTINUARA 
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