1. La despedida de Martha la madura


    Fecha: 26/03/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: SuerteO, Fuente: CuentoRelatos

    Martha se despedía de nosotros porque cambiaba de trabajo, una mejor empresa y más solvencia económica venían para ella.
    
    Algunos compañeros de trabajo decidieron ir a despedirla bailando y bebiendo en una cantina que está cerca del trabajo, obviamente yo me apunte, porque a pesar de lo que ya había pasado entre nosotros ella siempre me cayó muy bien y tenemos una amistad hasta el día de hoy.
    
    Nos organizamos y pedimos varias cubetas y botana, bebíamos, bailábamos y recordábamos anécdotas sucedidas con ella, así hasta llegar a la madrugada.
    
    O: Bueno, ¡espero que te vaya muy bien!
    
    M: Gracias, ¡igual espero que crezcas mas como trabajador y persona!
    
    O: Sabes me hubiese gustado despedirme de ti de otra manera.
    
    M: ¿Así? ¿Cuál?
    
    O: tú y yo en una cama, desnudos, gimiendo, jaja, ¿piensalo!
    
    Ella comenzó a reírse y me dio una palmada en el hombro, honestamente pensé que me había dado el avión y que lo de aquella ocasión no se volvería a repetir.
    
    Llegó el momento de la despedida, todos la abrazaban y le deseaban lo mejor, pagamos la cuenta y cada quien se iba por su lado, cuando estaba por tomar un taxi ella se acercó a mí y me dijo que me daría un rite.
    
    M: Vamos cariño, te dejo cerca de tu casa.
    
    O: Está bien, así no batallo tanto.
    
    Subí a su carro y ella se arrancó, puso música de Sade y cantaba muy sensualmente.
    
    O: ¡Vaya! ¡Que erotico suena eso!
    
    M: ¿Qué te parece? ¿Esto te excita?
    
    O: Cariño, toda tu, hasta podría desnudarte en este ...
    ... momento.
    
    Ella detuvo el carro en una calle sola y oscura, me miró muy ardiente y me comenzo a besar, yo no desaproveche la oportunidad de saborear su boca y tocarla, apreté sus piernas y acaricié sus nalgas mientras mi lengua entraba en su hermosa boca.
    
    M: Me gustó cuando lo hicimos aquella vez y tal vez quiero probarte antes de que envejezca más.
    
    O: Vamos a un hotel, quiero sentirte sin prisa.
    
    Ella encendió el auto y nos metimos en un hotel cerca de Ermita, pedimos una habitacion sencilla, con mi celular puse musica y me acosté, Martha se quitaba la ropa al ritmo de música de Jazz, eso me excito demasiado, se acostó y yo comencé a besar su cuerpo, de su piel a su cuello, de sus rodillas a sus tetas y de su boca a su coño.
    
    Quite su tanga y delicadamente lleve mi lengua a su húmedo orificio, lo bese y lamí con mucho cuidado, abrí sus labios vaginales y acaricie su clítoris que se inflaba y mojaba riquísimo.
    
    Devore cada espacio de su tesoro, apretaba sus tetas con mis manos pellizcando sus pezones grandes y morenos, esas enormes tetas eran estrujadas y pellizcadas al mismo tiempo que sus ricos fluidos llenaban mi boca de placer.
    
    M: Oswaldo, uhm, ¡¡agh!!
    
    O: Que rico, uhm, saca todo baby, sacalo.
    
    Me quite toda la ropa y nos acomodamos en rico 69, Martha me daba una mamada digna de película mientras mis dedos palpaban dentro de su vagina y mi lengua saboreaba sus nalgas y culito.
    
    Su lengua saboreaba mi escroto y luego bajaba por todo mi tronco haciéndome sentir ...
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