La milf compañera del taller
Fecha: 27/03/2025,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Kent Brito, Fuente: CuentoRelatos
Era un día normal, con Loreto caminábamos después de la clase y al llegar a la parada del bus nos despedíamos. Yo esperaba ese beso en la cara ya que cada día que pasaba era más cerca de los labios, no podía evitar sentir una atracción sexual hacia ella, pero era un joven que no tenía mucha experiencia en el arte de la conquista y ella era una madura de unos 50 años (La verdad nunca le pregunté la edad, no me importaba) separada, muy segura de sí misma, tenía una piel muy blanca y con un largo pelo negro que se le veía hermoso, tenía unos pechos muy grandes y unas buenas caderas.
Un día al despedirnos me preguntó si quería ir mañana a su casa a almorzar, yo por supuesto que le contesté que sí. Al otro día antes de irme a su casa estaba muy ansioso, yo sabía lo que sucedería, pero no sabía cómo, recuerdo que tenía la verga muy dura porque no podía parar de imaginarla desnuda, con sus grandes pechos colgando o sus caderas blancas posadas encima mío.
Al llegar a su casa, me saluda de forma muy normal pero no pude evitar darme cuenta que andaba sin sostenes porque se marcaban sus pezones en esa suelta y roja polera que andaba trayendo. Después de comer nos sentamos en el sillón a beber unas cervezas y comienza a contarme que una amiga de ella se había comprado un consolador doble y le preguntó si lo quería probar con ella a lo que Loreto le respondió que le encantaría. Yo todo inexperto en el ámbito sexual le pregunté ¿En serio? a lo que ella me mira tiernamente se sonríe ...
... y me responde que sí, acercándose lentamente a mí hasta impactar sus labios con los míos.
Nos besamos apasionadamente y yo sin pensarlo le tomé sus pechos que eran tan grandes que no caían en una sola mano, sentía como mojaba mi bóxer con el líquido preseminal y que mis pantalones iban a explotar de tan parada que tenía la verga.
Ella muy excitada se sacó la polera rápidamente... al fin pude ver sus pechos, tenían unos pezones grandes y duros, los cuales se tomaba con las manos mientras miraba mi cara de hipnotizado.
Se acerco rápidamente a mi dándome un gran beso, pero con su mano me tomó el pene y me pregunto al oído ¿Vamos a la cama? yo moví mi cabeza asintiendo, a lo cual ella tomó mi mano y me llevó hasta su pieza.
Me acostó en su cama y comenzó a desabrochar mis pantalones yo veía como colgaban esos pechos hasta que logró sacar mi verga, me miró, sonrió y lo tomó con su mano, tiro todo el forro hacia atrás y apretándola subió la mano provocando que saliera una gran cantidad de líquido a lo que ella dijo "uuuyy que rico" y se metió la cabeza en su boca. Yo sentía como succionaba, yo de espalda me sentía en el cielo.
Ella de pronto me miró y me preguntaba si me gustaba, yo le respondía que sí, ella sonreía y comenzó a solo pasar la lengua por mi falo, ahí estuvo unos segundos a lo que parece no aguantó más y comenzó a darme una mamada maravillosa (superada por muy pocos), yo creo que ha sido una de las mejores mamadas, ella sabía lo que estaba haciendo, me ...