1. El agua es vida


    Fecha: 30/03/2025, Categorías: Gays Autor: intps24, Fuente: CuentoRelatos

    Les recuerdo que soy delgado, pero con buen cuerpo, sin mucho músculo, pero un poco marcado, tengo 24 años, y aunque no soy muy un poco bajito, tengo un buen culo con el que me defiendo.
    
    Esto me pasó un día al salir del gym, yo traía un short negro muy cortito y una playera amarilla sport sin mangas. Pasé por un parque que está casi frente a mi casa, y ahí conocí a Aldo. Me detuve para verlo. Era hermoso, alto y moreno, de cabello oscuro corto pero abundante. Después supe que tiene 19 años, mide 1.76 m, que tiene un super cuerpazo y que está muy bien equipado.
    
    Él Iba corriendo alrededor del parque. Se ve que ya llevaba mucho rato corriendo, su cuerpo estaba ya muy sudado y en su ropa se notaba. Yo creo que pronto se dio cuenta que yo estaba hinoptizado con él. Porque cuando se acercó hacia donde yo estaba, volteó a verme con unos ojitos tan sexys, que me hicieron pensar que ya me había delatado, intenté seguir caminando, pero él, dándole la vuelta al parque, se detuvo un poco, y volteó de nuevo a verme para sonreír. Se levantó su playera blanca para secarse el sudor de la cara y alcancé a ver sus cuadritos perfectamente dibujados en su abdomen y unos pezones riquísimos. Yo estaba como estatua viendo la escena. Él me miró de nuevo, y sonriendo se acomodó el paquete. Traía un short azul marino pero o la tela hacía que se le marcara muy bien, o su amiguito estaba de muy buen tamaño. Yo capté las indirectas y me acerqué para ver si podía hacerle plática. Era obvio que él ...
    ... me estaba esperando.
    
    Cuando llegué junto a Aldo, le dije un poco nervioso, pero con una voz que notara mi insinuación: “Hola, gustas un poco de agua?” Y le ofrecí la botella que traía tomándole yo primero para después acercársela. Él la tomó de inmediato y solo me dijo gracias. Pero me tomó a mí de la cintura y me acercó hasta él, echó un poco del agua fría en mi cuello y de ahí intentó beberla para refrescarse, lamiéndome tan rico que me hizo sentir un choque de electricidad en todo mi cuerpo. Después aventó la botella al césped, y con sus dos manos sujetó mi barbilla para darme un beso tan fuerte hasta no dejarme respirar. Su lengua entraba a mi boca y jugaba con mi lengua. Yo con mi mano le agarré su paquete y lo empecé a acariciar. Al oído le dije que si quería podía darle más agua en mi casa, que está muy cerca. Caminamos un poco, entre sonrisas pícaras de ambos, yo le acariciaba la barbilla y él me soltaba unas nalgaditas para apurarme el paso.
    
    Llegando a mi casa, entramos y Aldo cerró la puerta de golpe, me empujó contra la puerta y comenzó a besarme como loco. Me subió las manos y me arrancó la playera. Seguía besándome y metía sus manos bajo mi shortcito para acariciarme las piernas. Sentir sus manos frías en mi cuerpo, hacía que me pusiera la piel chinita. Yo lo desvestí también dejándolo solo en bóxer. Me agacho y respiro fuerte frente a ese bóxer gris que marca una gran herramienta. Huelo su aroma mezclado entre el olor de su pene y el sudor del ejercicio. Y ...
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