Si hago algo, lo hago bien
Fecha: 02/11/2018,
Categorías:
Masturbación
Autor: Cielo del Norte, Fuente: CuentoRelatos
... comerme los labios.
Mis manos acariciaban su pecho y deseosas se deslizaban hacia sus tetas, que habían sido fuente de mis fantasías desde hacía mucho, y allí estaban, suaves, de gran tamaño, estaba perdiendo la cabeza mientras se las acariciaba y pellizcaba sus erizados pezones... no pude más y la tumbé en la cama, poniéndome sobre ella. Levante su camiseta y sujetador y las miré, su tamaño y forma me sorprendieron, mi gesto de vicio debía ser considerable y sin poder más lamí sus tetas, las acariciaba y chupaba en todo su contorno, ella respondía con sonoros jadeos.
"Sabes que siempre he querido hacer esto? Lo confieso", dije yo sin dejar que mi lengua se retirara de sus pezones.
"Lo se lo sé... siempre lo he sabido cabrón" dijo ella entre gemidos y risas. Eso me hizo hacerlo con más ansia, quería comerle las tetas con el deseo acumulado de años... y vaya si lo hice. Bajé después por su liso vientre disfrutando del sabor de su piel y desde ahí me llegaba el dulce aroma de su sexo, intenso y dulcísimo, me recordó al licor de mora y no pude demorarme más en bajar a sus bragas, bajárselas con la boca y lamer su clítoris. Ella jadeó más intensamente aun, gritó, le gustaba, lo deseaba y se lo di, lamí su clítoris velozmente con la punta de mi lengua, y luego lamidas más intensas hasta que lo cogí con mis labios y se lo chupé intensamente sin dejar de acariciar sus tetas, sus costados, sus piernas. Estaba poseído por una lujuria irrefrenable.
"Aaahh no nooo, cabrón ...
... noooo" gritó ella, pero era tarde y lo más dulce de su ser lo depositó en mi boca, moviéndose para restregarse más, y prolongar su orgasmo, sus jadeos acariciaban mis oídos, mis manos agarraban fuerte su culo para darle más gusto.
No la dejé reponerse y me puse sobre ella queriendo penetrarla fuerte, la puse sobre su sexo húmedo pero ella me apartó "nooo no me folles, que me tengo que ir yaaa" dijo riéndose... "me van a matar". Uno respeta a sus amigas por muy caliente que vaya, y me retiré, con la entrepierna reventando en mi pantalón siempre demasiado ceñido.
"No te preocupes que no te voy a dejar así" dijo bajando a mi bragueta, admito que se me iluminó la cara, y más cuando la sentí desabrocharme y bajarme los vaqueros, no se demoró y chupó dulcemente, aunque había prisa quería hacerme gozar y vaya si lo hizo. Tenía a mi tan deseada amiga comiéndome donde más placer me daba, realmente increíble. Hizo una mamada a mi glande tras bajar la piel que me costara olvidar, el mismo placer era sentirla que verla, lo metía en su boca de una forma estilizada y dulce, su lengua por dentro hacia maravillas en mi glande, sus succiones, las caricias de sus manos, en mi pene, mis testículos, también los chupó y comió, alternaba y daba placer por igual a uno y otro, y volvía a chupar mi durísimo miembro que poco ya aguantaría y así se lo hice saber, no es por presumir pero yo aviso porque no sé si ella quiere hacerlo hasta el final y ella manifestó su voluntad:
"Si lo hago, lo hago ...