Nochevieja inolvidable
Fecha: 02/04/2025,
Categorías:
Gays
Autor: Einar Cano, Fuente: CuentoRelatos
La nochevieja de 2012 se me presentaba cojonuda, mi mujer tenía guardia en el hospital, mi hijo mayor, que había pasado la nochebuena con nosotros iba a pasarla con su prometida y su familia en Valencia y mi hijo menor había alquilado junto con sus amigos una casa rural en la sierra, afortunadamente se lo comenté a Ramón y Jorge, un matrimonio amigo mío y ambos insistieron en que la pasara con ellos, a mi mujer le dije que iba a un cotillón en un hotel, me puse un traje negro tipo smoking, camisa blanca con gemelos, sin corbata, Ramón me dijo que iba a ser una cena informal, zapatos negros Oxford y completé el atuendo con un abrigo largo tipo ejecutivo en negro también.
- Bien venido, pasa, dame tu abrigo.
- Bien hallado Ramón.
- Recibimos tus flores, no era necesario – les había mandado dos docenas de rosas amarillas en agradecimiento.
- Por favor Ramón…
Vivian en un chalet en una urbanización de esas que tienen incluso servicio de seguridad, muy cerca tenían su vivienda también José María y Juana, un matrimonio amigo. El chalet era de dos plantas, amueblado con muy buen gusto, yo lo conocía por que ya había estado allí, solían celebrar barbacoas y yo era uno de sus invitados asiduos, tenía unos jardines preciosos y una piscina enorme en la que me había bañado muchas veces.
- Pasa al salón, te voy a presentar.
En el salón estaban su hijo con la novia y un médico ecuatoguineano que yo había visto en la cervecería alguna vez.
- Mira, este es mi hijo ...
... Ramón pero todos le llamamos Cito.
- Encantado, yo soy Einar – Estreché la mano que me tendía el joven
- Esta es Silvia, su novia.
- Mucho gusto – le di dos besos.
- Y este es Santiago Makoddu, un médico amigo nuestro.
- Hola. – el apretón de manos duró mas y nuestras miradas fueron intensas…, Ramón sonreía.
- Bueno, ya estamos todos – apareció Jorge en el salón que me saludó con un abrazo – pronto estará la cena.
Nos sirvió un coctel de champán con naranja y estuvimos charlando, nos estuvieron contando que la nueva cervecería que habían inaugurado en verano, yo estuve en la fiesta, iba de maravilla, tan bien como la primera, Ramón se quejaba de que con setenta años ya no tenía necesidad de tanto jaleo, el estaba jubilado, había sido director de banco y tenía suficiente para vivir bien pero Jorge, su marido, tenía cuarenta años y todas las ganas del mundo, él era el gerente de las cervecerías.
- ¿Pasamos al comedor?
Ramón nos indicó el camino, yo estaba seguro de que la cena sería una maravilla, su marido había estudiado hostelería y era un magnífico cocinero.
- Einar, tú siéntate aquí a mi izquierda – Ramón se sentó presidiendo la mesa – y tú Santiago aquí a mi derecha.
Cito, su hijo se sentó a mi izquierda y Silvia a la izquierda de Santiago, Jorge se sentó enfrente de su marido.
La mesa estaba montada con mucho gusto, el mantel, las servilletas, la vajilla, la cristalería, los cubiertos, todo muy elegante, sin estridencias, sonaba música ...