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La tetona infiel que necesitaba correr y correrse
Fecha: 03/04/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Lucas el men, Fuente: CuentoRelatos
... mi cabeza, pezones cafés bien duros y parados y lo que más me excitaba, de tez blanca, empecé a mamarla y lamerlas hasta que no pude más y chupé todo lo que pude en mi boca. Luego le saqué el cachetero y besé su trasero tuve tantas ganas de meter la lengua en su ano pero me contuve, metí mis dedos en su vagina ya chorreando y con unas pequeñas natas lo que indicaba que ésta mujer no había cogido hace un buen tiempo. Ella era una mujer algo campirana y su inexperiencia sexual a nivel poses y demás era más que evidente y no me atreví a pedirle que me lo mame por lo que le dije que agarre sus tetas a lo que me subí a ella y metí mi pene entre ellas, le iba guiando sin problema ya que trabajo como investigador y he tratado con mujeres incluso ignorantes y sin estudios y a algunas me las he llevado a la cama aprovechando su ignorancia. Le dije que apriete sus tetas lo más que pueda mientras yo les hacía un misionero yo le decía lo cálidas y suaves que se sienten mientras ella cerraba sus ojos pues se temía que le eyacule en la cara. Estuve por correrme pero yo quería hacerle el amor a lo que me bajé, abrí sus piernas y la penetré poco a poco. Sus gemidos eran un premio mientras yo empujaba dentro de ella sus brazos se agitaban hasta que me abrazó del cuello y la penetré más profundo con todos los 19 cm de largo y 15 de circunferencia que alcanza mi verga totalmente excitada. Sentía que ya eyaculaba al ver sus tetas saltando al ritmo de mis movimientos, sus ojos cerrados ...
... disfrutando, sus cejas moviéndose sin control, su boca abierta moviendo la lengua y los labios en sentido de que les estaba haciendo algo que se le hacía tan sabroso y ver su cabeza recostada y su cabello cayendo por la almohada sabiendo que por fin la estaba teniendo así. Resistí un poco más cuando me gritó que nunca había sentido un pene tan grueso ni con su marido. A lo que decidí premiarla por el elogio y liberé mi arma secreta. Empecé a moverme en círculos procurando rozar su clítoris y comencé a mamar sus tetas. Los gemidos se convirtieron en gritos de placer. -Amor que delicia!!! No sabía que podía sentir así... Mi vida!!! Por ti dejo a mi marido!!!... Mi amor más más! A lo que me besó apasionadamente Con todo lo que gritó ya no resistía más el semen se me salía de a poco a lo que yo rogaba para que ella acabe... Lo que tardó un minuto más en promedio -Te adoro mi amor! Ahhh ahh ese grito era la oportunidad!! Bombeé por alrededor de 20 segundos más cuando no aguanté y eyaculé adentro, me quedé sobre ella un minuto más ya que no sé los demás pero después de eyacular suelo tener unas deliciosas contracciones por unos momentos. Lo logré, le hice el amor a la gordibuena más rica del parque, pero no solo eso. Disfrutó como nunca conmigo, me bajé y ella se puso sobre mí abrazándome. -que rico, que bueno resultaste ser en lo que haces y duraste bastante. -fue un placer tremendo aunque estás tan buena que casi acabo antes pero quería darte la mejor ...