1. Trío en el parque


    Fecha: 03/04/2025, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Legasex, Fuente: CuentoRelatos

    ... humedad, yo quería más, así que deslicé mi mano izquierda hacia su sexo. Ella inmediatamente retiró su mano para que yo pudiera tomar el control en toda su gloria. Era fantástico sentir aquella humedad corriendo por mis dedos, entro uno, dos, tres dedos, sintiendo como mi acompañante casual disfrutaba de aquella caricia echando la cabeza hacia atrás dejando su cuello visible, el cual no tarde en empezar a lamer y besar.
    
    Esperaba que ella me regresara el favor acariciando también mi miembro erecto y venoso dado el grado de excitación, pero en lugar de eso la chica de la ropa holgada aprovechó para meter mano por la cintura de mis pantalones. Su cara era un poema cuando descubrió que no uso ropa interior para comenzar y se dirigió a acariciar mi trasero. Aparentemente era de esas chicas que se las daba de viciosa, pero por mí estaba bien. Tenía unas manos suaves que producían un tacto excelente al deslizarse por la piel que recubría mis nalgas.
    
    Para facilitarle las cosas al otro me ladeé un poco, de tal manera que quedáramos parados uno al lado de otro y yo pudiera seguir masturbándola mientras ella acariciaba mis nalgas con más libertad. Sin embargo, al darme la vuelta pude ver a una chica que estaba más allá (del lado contrario a la pista para correr) que nos miraba atentamente. Bueno, aquello no era del todo sorprendente. Cuando visitaba un lugar de cruising estaba acostumbrado a las miradas, los cuales a veces me parecía que abundaban más que los hombres que iban a ...
    ... meter mano. La chica que nos estaba viendo desde una distancia considerable era igual que mi amante de esa tarde, rellenita y morena; atractiva, diría yo. Vestía mallas ajustadas que dejaban ver como se estaba tocando su sexo mirándonos.
    
    La muchacha que me acompañaba vio que andaba mirando algo más allá, y vio a la chica que nos observaba. La otra mujer ni siquiera nos veía a la cara, más bien creo que estaba entretenida contemplando directamente como mi mano masturbaba a mi “pareja”. Aun así, mi acompañante llamó su atención con un gesto de la mano y después con la cabeza le indicó que se acercara. No tuvo que repetir ese gesto, pues inmediatamente la mirona sonrió y comenzó a caminar hacia donde nos encontrábamos nosotros (aunque tuvo que dar un rodeo pues la maleza era traicionera entre ella y nosotros).
    
    Ella llego y dijo que nos había estado observando desde un primer momento. No supe si fueron los nervios u otra cosa, pero aquella mujer me pareció bastante guapa. Que mi acompañante no estaba mal, pero aquella chica de facciones curvis, cuerpo rellenito y piel bastante blanca me pareció aún más guapa.
    
    —¿Te animas o no? —pregunte mientras sacaba mis dedos del sexo de mi amante.
    
    La respuesta fue inmediata mientras se paraba justo a mi derecha. Mis dedos fueron directamente a su boca mientras mi amante y yo nos besábamos. Las dos acariciaban cada una de mis nalgas, hasta que una se decidió a masturbarme a mi agarrando con suavidad mi miembro.
    
    —Esto te gusta, ...