1. Mi vecino Diego (Parte 2)


    Fecha: 04/04/2025, Categorías: Bisexuales Autor: Andy_A, Fuente: CuentoRelatos

    Y así fue. Después del toqueteo de aquella tarde que conté antes, empecé a buscar la oportunidad de encontrarme a solas con mi vecino. Salía a la puerta de casa para ver si me lo cruzaba. Por suerte él también se había quedado a mil y tenía muchas ganas de seguir con nuestros jueguitos.
    
    A los pocos días coincidimos una siesta. Nos acercamos y él me dijo de meternos en la casa de la esquina de nuestra cuadra que está abandonada hace años. Miramos para todos lados para asegurarnos de que nadie nos viera y nos colamos por el garaje para llegar hasta las piezas vacías. Las paredes estaban descascaradas y había bastante polvo por todos lados.
    
    Llegamos a una pieza que estaba bien iluminada por una ventana que daba a un patio interno por lo cual ofrecía seguridad de que nadie nos viera. “Acá está bien”, dijo él y se detuvo de frente a mí y me abrazó, yo lo dejé, el me buscó la boca para besarme, yo bajé un poco la cabeza para evitarlo pero el persistió, me puso los dedos en la pera y me levantó la cara, sentí sus labios sobre los míos, no respondí al beso pero él igual me daba sus chupones hasta que abrí mi boca y empecé a besarlo. Le toqué la cola. Él enseguida me tocó la mía. “Dejame meterte el dedito como el otro día”, me susurró en la oreja. “Yo primero”, le contesté, como si eso fuera lo que más quería. “Bueno”, aceptó.
    
    Se dio vuelta y se bajó apenitas los pantalones. Le puse el dedo en el agujerito y se lo metí, se lo empujaba bien adentro porque sabía que él ...
    ... después me iba a hacer lo mismo a mí. Enseguida empezó a pedir su turno. Yo me hice el que no quería dejar de tocarle el culo y no sacaba mi dedo pero el forcejeó un poco y se liberó. Eso también yo lo hacía a propósito. “Date vuelta y bajate un poco el pantalón”, me dijo. Lo hice. Me bajé el pantalón hasta los muslos, mi cola quedó completamente al descubierto. “Que hermosa cola que tenés”, me largó Diego.
    
    Yo creo que me puse todo rojo. Él me tanteó el culito. Y enseguida me metió todo su dedito, hasta el fondo. “Despacio”, le dije. “Vos también me tocaste con todo”, me respondió. Me quedé callado. Tenía todo su dedo clavado en mi cola, la pija se me paró como un palo, sentía la respiración fuerte de Diego en mi oreja, me metía entero su dedo del medio y con los otros dedos me apretaba las nalgas. “Basta, ya está. Me toca a mí ahora”, casi le grité. Tenía terror de eyacular mientras mi vecino me tocaba el culo. Me parecía que era como aceptar que me enloquecía darle mi cola a él.
    
    Pero él seguía con su mano en mi cola y su dedo adentro de mi culo. Y lo dejé. “Un ratito nomás”, le dije. “¡Sí!, un ratito. Me gusta mucho tocarte ahí”, me dijo Diego. Yo no daba más. “Dejame meterte un minutito mi pija”, me dijo de pronto. “¡¿Qué?!”, le dije, “¿qué me querés hacer?”. “Un minutito, algo bien cortito, por favor”. No sabía que responderle. Sentía que si me dejaba coger no había retorno. Me daba mucho miedo. Pero me moría de ganas. Era mi gran fantasía dejarme coger por Diego. Y no ...
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