Mi vecino Diego (Parte 2)
Fecha: 04/04/2025,
Categorías:
Bisexuales
Autor: Andy_A, Fuente: CuentoRelatos
... quería dejar pasar la oportunidad de cumplirla.
Me zafé de su dedo y me volví hacia él. “Bueno, pero primero te lo hago yo a vos”, le dije. El aceptó sin titubeos. Creo que solo quería hacerme suyo. Se dio vuelta, se puso contra la pared y paró su cola. Puse mi glande bien en su culito y empecé a hacerle una apoyada. Yo hacía que empujaba con todo para entrar pero no se la metía. Apenas le abría el culito con la punta. Creo que él no se dio ni cuenta de que yo evitaba penetrarlo. Habrá pensado que no lo lograba por inexperto. Y eso no era problema suyo. Él la cola me la daba, y yo tenía que dársela a él. Mi pija era bastante más grande que la de Diego. La de mi vecino era finita.
Después de un rato en que me dejó forcejear mi verga contra su culo me exigió su turno. Me salí de atrás suyo y tomé mi ubicación contra la pared, estaba tan excitado que no me daba verguenza. Él se acercó por detrás y sentí su pijita contra mis nalgas. “Abrite un poquito la cola”, me pidió. Obedecí. Con mis manos me abrí bien los cachetes y él puso la punta de su pija en mi agujerito y enseguida empezó a penetrarme. Ay, era re suave, se sentía muy bien. Su pija entró re fácil en mi culo. Se sentía todo muy húmedo. Era como si su glande rosadito me fuera besando todo el interior de mi culo. Cuando estuvo todo entero adentro mío Diego empezó a moverme, a sacar y meter su pija en mi culo.
Hoy no me explico cómo fue todo tan fluido, tan lindo y delicioso. Habrá sido que estábamos los dos tan ...
... calientes, que no saber casi nada ayudaba, que la pijita de Diego estaba terriblemente dura y babosa, no sé. La cosa es que me estaban desvirgando pero no me dolía nada. Y yo re sentía la pija sedosa de Diego adentro mío aunque fuera finita. Yendo y viniendo. Recorriéndome todo el culito. Cuando me di cuenta que me estaba dejando pegar una terrible cogida, tuve que hacer un enorme esfuerzo para salir de la fascinación en que estaba y pedirle que pare, que su turno ya estaba. Pero, como yo hacía diez segundos, Diego también estaba totalmente abstraído, sumergido en la culeada que me estaba dando, disfrutando bien de mi culito. “Pará Diego”, le repetí. Pero él quería seguirme cogiendo. Y yo también quería que me siga dando. “La próxima vez me vas a tener que dejar a mí mucho rato”, le dije para salvar mínimamente las apariencias. “Sí, sí”, me prometió él, pero era como diciendo “ahora no jodas y dejame que te siga culeando”.
Y no jodí más, me dejé coger y coger por mi vecinito. Cada empujón suyo me hacía comer entera su pija y hacía chocar la mía contra la pared contra la que me tenía. No le hinché más con excusas. Me dejé cular bien enterito por mi vecino. “Ay se me escapa”, gritó el de repente, y empezó a eyacular adentro mío. Cuando sentí su leche bien adentro de mi cola me aflojé y mi pija entró a tirar sola, sin que la toque para nada, chorros de semen que se quedaban en la pared.
Estuvimos todavía un ratito quietos, bien unidos, hasta que terminamos de acabar hasta la ...