La gran oportunidad
Fecha: 17/04/2025,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... podrás
venir a Las Palmas.
_ Perfecto. ¿por cierto el azote?
_ ¿quieres más?
_ No me importaría. Y acercándose
a mí
se agacho hasta mi boca y sobándome
la polla me dio un pico. Estaré
esperando tus noticias.
_ ¿Cuándo marchas a La Gomera?
Pues aún
no he sacado vuelo.
_ ¿Te apetece quedarte aquí hasta mañana?
_ Pues mañana tendría
que salir muy pronto, veré
como están
los aviones.
_ ¿Vale si quieres
comer con
Ángeles
y conmigo?
_ ¿No molestare?
_ Seguro que no.
Al salir se cruzó
con Ángeles.
_ ¡¡¡Un momento Carmen!!!
_ Si, dime Pablo
_ Ángeles,
Carmen, Carmen, Ángeles.
Un placer, espero que podamos conocernos mejor.
_ Igualmente. Mua, mua.
_ Bueno, bueno, aquí saltan chispas ehhhhhh
_ Vendrá
a comer
con nosotros e igual se queda esta noche.
_ Hummmm
noche calentita.
_ No creo mañana madruga.
_ Jajajaj
ya veremos.
Sobre las dos salimos a comer, durante la comida hablamos de muchos temas relacionados con la empresa y de cómo
se podía
solucionar el problema, la verdad es que Carmen
tenía
muy buenas ideas. Habría
que hacer una selección de personal y quería
estar ella presente, ver las cuentas y hacer una valoración
de la gente que sería
necesaria. Me parecido
perfecto y pospusimos cualquier acción
hasta su llegada a Las Palmas.
Nos pedimos una copa y la verdad que se estaba a gusto
con la brisita.
_ ¿Conocéis el puerto de ...
... Mogán?
_ Pues no.
_ Espera que llamo para reservar una paella para las ocho. En el restaurante el Caldero, hacen
unas paellas fantásticas
y tiene unas maravillosas vistas al puerto.
_ Perfecto.
Terminamos tranquilamente la copa, montamos en el 4x4 y tomamos rumbo a Mogán.
_ Carmen toma, ponte esto.
_ Hummm
ya veo ya,
no nos vamos a aburrir....
Le di el mando a distancia
a Ángeles.
Ángeles
apretó
hasta la máxima
potencia, lo que hizo que Carmen
se retorciese en el asiento.
_ Hummm
para que harás
que corra.
Ángeles
fue bajando la intensidad hasta conseguir una cadencia lenta y soportable.
Dimos un paseo por el pueblo en el que Carmen
a pesar de llevar la tanga tenía
que
hacer verdaderos esfuerzos para que el aparato no se saliese. Su coño parecía
el mar. Estaba recibiendo un cosquilleo constante que la volvía
loca. El pueblo es precioso con sus casitas todas encaladas y el puerto deportivo
esta muy bien confeccionado. Fuimos hacia el restaurante, lo que aproveche
para atraer a Carmen
hacia mí
y besar su boca con pasión,
mientras apoyaba
mi bulto contra sui cuerpo.
_ Hummm
jefe
está
usted un poco duro.
_ Reímos
todos del comentario
y nos sentamos
a la mesa.
Pedimos unas cervezas para hacer tiempo y cada vez que se acercaba la camarera, Ángeles
daba
más
ritmo
al aparato. Carmen
apenas podía
mantener la compostura y se retorcía en la ...