1. Visitando a mi amigo [H31]


    Fecha: 23/04/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Fui a la casa de mi amigo a jugar videojuegos. Habitualmente me quedaba hasta tarde y me quedaba a dormir en su casa. En esas ocasiones, por la noche, nos daba por poner videos porno y empezar a masturbarnos, nunca sentimos ninguna atracción entre los ambos, lo excitante era masturbarnos al mismo tiempo, viendo tetas rebotando, culos tragando vergas y bocas succionando hasta la última gota del semen que les ofrecían. Cada quien desde su rincón terminaba siempre con el semen escurriendo hasta los testículos. Y esa noche, como otras, había terminado exhausto, quedándome dormido, desnudo y con la verga empapada, aunque aún bastante caliente.
    
    De repente me desperté a media madrugada, el gasto de energía sexual me había despertado el apetito después de la enorme eyaculación. Moví el hombro de mi amigo para despertarlo y preguntarle si tenía algo de comida que pudiera preparar rápido. Él, hastiado por mi impertinencia, me mandó a preguntarle a su madre por el botín culinario, girándose luego de ello para seguir durmiendo.
    
    Molesto, me fui al cuarto de sus padres, que queda a un lado de la habitación de mi amigo. No lo noté hasta después, pero entré a ese cuarto aún desnudo, con mi verga aún erecta y la punta todavía húmeda por la previa eyaculación. El verano los obligó a dormir con ropas muy ligeras, así que antes de despertar a la madre de mi amigo, pude admirar su culo que intentaba tragar aquel cachetero gris, mientras sus tetas pequeñas descansaban libres apenas ...
    ... escondidas por una blusa delgada y de tirantes. Me acerqué a ella, hablándole despacio y en volumen muy bajo, preguntando si tenía algo de comer en la cocina. Ella va despertando de a poco, parece no entender muy bien mi pregunta, para luego despertar de golpe mientras sus ojos se clavan en mi verga erecta, casi brillando. Noto entonces que sus ojos empiezan a brillar de lujuria, mientras su boca empieza a salivar, deseando aquel enorme pedazo de carne que se bamboleaba frente a ella. El padre de mi amigo dormía casi en el otro extremo, usando sólo unos boxers negros. Sabía por lo que mi amigo me había contado, que estaban algo distantes, así que decidí aprovechar la oportunidad de tomar a una hembra caliente, hambrienta de verga, pues seguro llevaba un ayuno sexual bastante prolongado. Pensarla lujuriosa me puso aún más, y mi erección aumentó, casi al punto de hacer explotar mi verga.
    
    Acerqué un poco más mi pene a la cara de la madre de mi amigo. Ella la recibió dándole unos besitos silenciosos, pero llenos de saliva, humedeciendo mi verga de a poco. Luego de ello empezó a lamer la punta, con una lengua cada vez más habilidosa, sin duda producto de que se estaba despertando del todo. Dejó mi verga tan húmeda, que parecía que ya se la había metido a la boca. Sin duda dejó lo mejor para el final, y empezó a saborearme lentamente. Yo me sentía en el cielo, sintiendo la humedad de su boca, el jugueteo de su lengua y la profundidad de su garganta. Saber que le estaba robando la mujer a ...
«123»