1. El visitante nocturno


    Fecha: 25/04/2025, Categorías: Hetero Autor: Jcasf, Fuente: CuentoRelatos

    Al abrigo de la noche, bañado por la oscuridad me acerco al patio de tu casa, veo que has cumplido con dejar la ventana ligeramente abierta. Trepo el árbol y en silencio ingreso a tu dormitorio. la noche es fresca y duermes cubierta solo con tu sábana, me acerco y disfruto verte dormida, respirando con ligereza.
    
    Estás echada de costado, como mirando hacia la ventana, por lo que la luz es suficiente para poder apreciarte. Tienes la cara de un ángel, una piel canela bellísima, tus largas pestañas descansan sobre tus agraciados pómulos. Tus labios están entreabiertos, esos labios carnosos que tanto deseo. Suavemente tiro de la sábana hacia abajo y la tela resbala sin oposición descubriendo tu precioso cuerpo.
    
    Tu pijama es ligera, un polo corto de algodón color rosa con un unicornio bordado, y más abajo, un diminuto short, que apenas y cubre la mitad de tus nalgas.
    
    Bordeo la cama, quiero verte en todos los ángulos. Lentamente, con sumo cuidado, rozo la piel de tus piernas, con una caricia casi imperceptible las recorro, de abajo hacia arriba. Tus largas y carnosas piernas reciben mis toqueteos. Así juego hasta llegar a tus glúteos. Con cuidado jalo de tu prenda y esta se mete entre la carne, dejándome libre el poder palpar tu redondez. Siento que respiras más rápido, siento que te agrada lo que te hago.
    
    Mi mano sigue su camino, subiendo hasta tus senos, que solo necesitan un poco de ayuda para saltar por debajo del pequeño polo. Tus pechos tienen los pezones ...
    ... grandes, que ya están endurecidos. Los acaricio, mientras te froto las tetas no puedo evitar pasar saliva. Con mi mano te tomo uno y, agachándome, lo lamo, lo beso y lo succiono. Liberas un pequeño gemido, pero te dejas hacer. Yo continúo, extasiado beso y lamo también el otro, los junto con ambas manos y beso cuanto puedo. Pareces un poco inquieta, te giras y quedas boca arriba. Yo permanezco quieto, respiras rápido, pero aún pareces dormida, así que continuo. Beso entre los pechos, beso el ombligo. Con cuidado tiro del short y lo hago bajar hasta sacártelo. Tienes afeitada tu entrepierna, y la tersa piel se siente agradable cuando la beso. Entre sueños sientes la necesidad de abrir las piernas, yo lo agradezco, así saco mi lengua y desciendo a darte placer, te lamo y relamo la vagina, tu vulva se abre y deja que entre en ella. Ahora si gimes un tanto fuerte, tienes los ojos cerrados, pero has levantado los brazos a tu cabeza.
    
    Continúo con mis caricias, subo y bajo con mi lengua, hago círculos en tu clítoris y me meto entre tus apetitosas nalgas. Sé lo mucho que te gustan mis caricas, esas sensaciones que solo yo te puedo dar, y que deseo seguir dándote. Tu gimes, gimes sin control mientras acelero los movimientos de mi lengua, te la meto y saco, lamo todo, y la vuelvo a introducir. Cierras tus piernas y me presionas, pero no me detengo, por lo contrario, acelero aún más, hasta sentir que tus músculos se tensan y tienes un exquisito orgasmo.
    
    Mi verga me duele de lo dura que ...
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