1. El visitante nocturno


    Fecha: 25/04/2025, Categorías: Hetero Autor: Jcasf, Fuente: CuentoRelatos

    ... está, así que bajo mi pantalón, liberándola. Tu sigues con los ojos cerrados, aún agitada, con la carita angelical. Veo tus labios, carnosos y húmedos, entreabiertos. Con cuidado me acerco a la cabecera, levanto una pierna y me acomodo cerca a tu carita. Tomo mi verga y, con suavidad te acaricio con ella la cara. No te sobresaltas, sigues dormida, eso me gusta. Lentamente acerco la cabeza de mi falo a tu boca, tus labios ceden y envuelven un poco mi glande. Hago un poco de presión y abres la boca permitiéndome ingresar. Solo meto un poco, no quiero atorarte y que te despiertes. Siento tu lengua, que se mueve un poco, como acomodándose. Saco un poco mi falo y te quedas con la boca abierta, esperándome. Lo vuelvo a introducir, esta vez tu lo aceptas de mejor manera, y succionas un poco. Repito la metida y sacada hasta que, entre sueños, me empiezas a dar una mamada.
    
    Te tomo la mano y la llevo al tronco de mi pedazo, que está todo ensalivado recibiendo las caricias de tu boca golosa, que ahora chupa con intensidad, como desesperada por recibir su premio. Te saco mi verga de la boca y dejo que lamas el tronco en toda su extensión. Luego te vuelvo a ofrecer la cabeza y sin dudarlo vuelves a mamar. Te encanta esa sensación de estar llena, abierta, de ser poseída y tener una gran pinga en tu boca. Te dejo disfrutar mi masculinidad un poco más, mientras cierro los ojos por el placer que me brindas.
    
    Te veo, y me miras, ya no estás dormida, no hay motivo para ser ...
    ... delicado.
    
    Te quito tu juguete y te volteo boca abajo, intentas levantar la cadera, pero no te dejo ponerte en perrito, te estiro las piernas y las junto, meto mi verga entre tus nalgas y te penetro. Aunque estas húmeda sé que soy una bestia, te abro la vagina mientras entra mi falo, empujo con tal fuerza que te muevo hacia adelante en la cama, inmediatamente empiezo un fuerte mete y saca, mete y saca con fuerza, casi con violencia. Tu gimes y juntas las piernas con fuerza, las cruzas y tensas tu cuerpo. Mi verga es dura, muy dura y sigue entrando y saliendo de ti, volteas todo lo que puedes para verme, pidiéndome que no me detenga.
    
    Te nalgueo, y tu trasero se suelta dejándome penetrarse aún más. Me arañas las piernas mientras tu cuerpo de mueve de adelante hacia atrás con cada movimiento que hago, gimes, gritas, lloras, pero te hago mía. Te jalo del cabello y penetro todo cuanto puedo en tu interior. Aprietas mucho y vuelves a tener calambres en todo tu cuerpo, mientas mi verga palpita vertiendo mi semen dentro, muy dentro tuyo. Así nos quedamos, quietos, llenos de sudor. Con mi falo aun palpitando, más húmedo que nunca.
    
    Con cuidado salgo de tu interior, me levanto de la cama y abro del todo la ventana. Es una bella noche, cojo de la mesa de noche un cigarrillo y lo enciendo, fumando un poco. Tú me miras desde la cama, desnuda con el cabello revuelto me hablas:
    
    —Estuvo genial.
    
    —Muy rico —te digo, sonriendo, te ofrezco un cigarrillo, pero niegas con la cabeza.
    
    —¿Crees que ...