Los albañiles de la bodega me desgarraron el culo
Fecha: 26/04/2025,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Alexandra Love, Fuente: CuentoRelatos
... sentí plena en ese momento, un hombre desconocido se había corrido en mi interior y me hizo sentir tan vulnerable, como es que yo estaba encerrada en una bodega para ser cogida por esos hombres, aun no lo podía creer, nadie que me conociera podía imaginar que estaba siendo una puta sumisa con esos albañiles.
Continuaron cogiéndome todos en mi posición de cuatro, como bestias insaciables solo buscando su propia satisfacción, disfrutando de mi cuerpo a su antojo, atragantándome con sus vergas y apretándome los senos, sentía sus manos tocando todo mi cuerpo. Como ya estaba muy rendida y sentía semen escurriendo por mis piernas, mojé mis dedos con los fluidos y me los llevé a la boca para saborear su semen. Eso era algo que antes con mi pareja me daba asco, pero con ellos en ese momento de excitación, me gustó el sabor dulce del semen, volví a mojar mis dedos en mi vagina y metí un dedo en mi ano. Sentí que estaba muy caliente y era placentero lo que me hizo soltar algunos gemidos.
—¡Aaaah! ¡Aah! ¡Mmmjj! —Al verme tan excitada dedeándome el ano, me levantaron jalándome del cabello.
Samael me llevo caminando hasta unos costales de cemento y los acomodo aproximadamente a un metro de altura.
—Inclínate para metértela por el culo hermosa. —Cuando me dijo eso sentí que mi abdomen se estremeció, me sentí nerviosa al saber que todos ellos me penetrarían analmente.
—¡Sí! métemela por el culo muy fuerte, me encanta el sexo anal. —Le dije a tono de ruego.
—¿O sea que ...
... ya te la han metido por el culo hermosa? —Me preguntó con lujuria.
—¡Sí, me encanta! Me gusta que me duela. Quiero que me cojan muy fuerte entre todos. —Yo quería que esos hombres me cogieran sin piedad.
—¡Enserio! Pues te la voy a meter bien duro como te gusta.
—Quiero que me cojan con todas sus fuerzas hasta saciarse y que se vengan dentro de mí culo. Y no me vayan a soltar, aunque llore.
Yo sabía que estaba sola en esa bodega con esos albañiles y nadie me podría ayudar, y peor aún les acababa de dar indicaciones de que me penetraran cuanto ellos quisieran.
—Pero antes de comenzar quiero tomar más tequila.
Carlos fue por la botella y me dio tequila. Mi corazón comenzó a latir y mi estomago se me contraía y sentía un fuerte vacío, una sensación de mucho miedo y excitación.
Estando yo de pie con mis tacones negros y altos de correas aun puestos, frente a los bultos de cemento, Samael quien tenía la verga más gruesa y larga de todos, me inclinó curveando mi espalda hacia abajo y reposando mis senos sobre la barricada de costales, que rosaban mis pezones. Abrió mis piernas dejando expuesto y abierto mi culo y coloco la punta de su verga en la entrada de mi ano que estaba muy lubricado, me tomó de la cintura muy fuerte y me jaló hacia atrás contra su verga al tiempo que el de un solo empujón me penetro analmente hasta el fondo, pude sentir la sensación de que una verga entrara por mi culo abriéndose paso en mi interior, sentí una fuerte punzada, un dolor ...