1. Una fuente incomparable de fruición


    Fecha: 29/04/2025, Categorías: Bisexuales Autor: Daigarus, Fuente: CuentoRelatos

    ... parte superior de la vulva. Lamieron el clítoris con entusiasmo y le llenaron la vagina de saliva. Las dos lenguas se tocaban durante la chupada, ofrecían delectación en todo momento y en todo lugar. Los besos y los mordisquitos causaban electrizantes espasmos en las piernas de Estela. Le estaban devolviendo el favor por la felación que les había dado antes.
    
    Hicieron que la mujer gimiera y se alborozara como una desquiciada. Disfrutó cada momento del juego exploratorio, desde la primera lamida hasta la última. Los dos le daban lo que se merecía por haberles preparado una deliciosa cena. La dejaron embriagada de placer y con las hormonas por las nubes.
    
    —Es tiempo de que pasemos a la siguiente escena —dijo Estela—. Ahora sí gozaremos a lo grande.
    
    Los hombres se reacomodaron para dar lugar a la mejor escena de la noche: el trío prometido. Estela se quedó con las piernas abiertas en el borde de la cama, Ernesto le colocó la verga en la concha, Javier se la metió de vuelta por atrás. Lo que vendría a continuación era el plato principal, todo lo anterior había sido pura calistenia. Había llegado el momento de coger en serio.
    
    Ernesto penetró a Estela cariñosamente mientras Javier lo tenía arrinconado contra la cama, con la enorme pija puesta en su culo. Debido a la irresistible lujuria, fueron aumentando la velocidad de las penetraciones poco a poco, sin perder la calma. El placer se acrecentaba cada segundo y los resuellos eran cada vez más notables. Los tres jadeaban ...
    ... al mismo tiempo, intercambiando sensaciones fascinantes que los incitaba a seguir adelante.
    
    Cuando ya no pudieron resistirse a la tentación, los hombres largaron sus fluidos precipitadamente: Ernesto le llenó la concha a Estela y Javier le inundó el culo a él. Ambos habían eyaculado con una presión bestial. Se vinieron como una par de caballos. El intercambio de fluidos fue sensacional, estupendo, portentoso.
    
    Continuaron dándose cariño como al principio, sólo que ahora lo hicieron a un ritmo un poco más raudo. Las tremendas cogidas que daba Javier no eran broma, Ernesto se percató de que el colombiano era una verdadera máquina de follar, la metía y la sacaba como si nada, y su erección se mantenía intacta.
    
    Los movimientos constantes de entrada y salida eran sencillos, fáciles de contener, lo que costaba era mantener la entereza durante el coito. Estela sabía que muy pocos hombres podían hacer que se viniera como una zorra, por suerte esa noche lo estaba haciendo con dos ejemplares bien preparados. Ni Ernesto ni Javier mostraban languidez a la hora de coger, sabían bien lo que tenían que hacer.
    
    La segunda ronda no duró tanto como la primera, se vinieron a los pocos minutos y gimieron al unísono. El talente los había obligado a rendirse ante los placeres carnales más intensos. Aun así, se corrieron con profusión de semen. Tanto la concha de Estela como el culo de Ernesto apestaban a emulsión masculina. No hace falta recalcar que los cuerpos desnudos ya atufaban a ...
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